COMPARTIENDO
EL EVANGELIO
Reflexiones
de Monseñor Rubén Oscar Frassia
(Emitidas
por radios de Capital y Gran Buenos Aires)
Domingo trigésimo segundo
durante el año, Ciclo B
Evangelio según San Marcos
12,38-44 (ciclo B)
Jesús
enseñaba a la multitud: "Cuídense de los escribas, a quienes les gusta
pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los
primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de
las viudas y fingen hacer largas oraciones. Estos serán juzgados con más
severidad". Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba
cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó
una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. Entonces
él llamó a sus discípulos y les dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha
puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les
sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía
para vivir".
DAR TODO
El Señor nos habla de las
intenciones y la motivaciones; y de cómo estos escribas se van colando,
interponiendo, metiéndose en nuestro corazón, en nuestras actitudes: la
falsedad, la hipocresía, la “aparatosidad”, el mandarse la parte,
instrumentalizar las cosas, manipularlas, “salir en la foto”-muchas veces uno
tiene una foto del Papa y ya parece que es amigo del Papa, se pavonea y hace
alarde de eso que fue un instante, un minuto, como queriendo expresar una
“profunda” amistad; pero ¿con qué intención uno se acerca y le pide la
bendición?-; por eso me parece importante advertir que esas cosas pueden
pasarnos.
En el plano humano -no
meramente eclesial o social sino humano- hay una costumbre que se está metiendo
en nuestra vida: el individualismo, el egoísmo, el sólo por hoy, el vivir lo
que me interesa, moverme por lo que me interesa y dejar de lado todo lo demás
como el tiempo, el trato, la vida. Todo esto nos hace vivir una vida “como
dando limosnas” para sacarnos a la gente de encima.
Hay que aprender a tenerse,
porque cuando uno se tiene, se posee, es capaz de dar en serio, es capaz de
amar en serio, es capaz de interesarse en serio, es capaz no sólo de oír sino
de escuchar en serio y es capaz de ir hasta las últimas consecuencias en serio.
“Muchos ricos daban en
abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas
de cobre”, no tenía otra cosa pero dió todo. Hago la
diferencia entre dar cosas y dar todo. Cuando uno se posee es capaz de dar todo,
cuando uno se reserva y se guarda egoístamente uno da cosas no da el todo.
Eso pasa con Dios, con la
Iglesia, con las cosas profesionales, con el trato entre nosotros, con nuestra
familia; ¿por qué uno se arrima, habla o llama a alguien?; a veces lo hace para
usar a las personas y no para tenerlas en cuenta.
Pidamos sabiduría para vivir,
para amar y para poder entregar el todo.
Les dejo mi bendición: en el
Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén