LA SORPRESA DE LA NAVIDAD
25 de diciembre de 2018
Todos vemos que en vísperas de la Navidad, la publicidad
nos empuja a comprar y comprar. Pero el papa Francisco nos ha exhortado a
preguntarnos si será esa la fiesta que
le gusta a Dios. En realidad, la primera Navidad estuvo llena de sorpresas que
cambiaron radicalmente la vida de María y de José.
Pero cuando llega la sorpresa más grande es en
Nochebuena: “el Altísimo es un niño pequeño. La Palabra divina es un infante,
que significa literalmente "incapaz de hablar". La palabra divina se
volvió incapaz de hablar”. Evidentemente Dios vino a cambiar nuestra lógica y nuestras expectativas.
De hecho, la Navidad es el triunfo de la humildad sobre
la soberbia y la arrogancia. Es la victoria de la sencillez sobre la abundancia
y el derroche. Es la revancha del silencio sobre el alboroto y la algarabía. Es
la primacía de la oración sobre “mi tiempo” y mis aficiones. Es la prioridad de
Dios sobre mi “yo” y sobre mis gustos personales.
TRES PERSONAJES PARA LA NAVIDAD
Pero, el Papa ha querido referirse explícitamente a los
tres personajes que forman la familia de Belén y Nazaret:
• Celebrar la Navidad es hacer como Jesús, que vino por
nosotros y especialmente por los necesitados, y bajar hacia todos los que nos
necesitan.
• Celebrar la Navidad es hacer como María, que se fio dócilmente de Dios, aun sin entender lo
que Él quería hacer de ella.
• Celebrar la Navidad es hacer como José, que se levantó
para realizar lo que Dios le pedía, aunque no estuviera de acuerdo con sus
propios planes.
Con todo, el papa Francisco ha querido fijarse
especialmente en la figura de san José: San José es sorprendente: nunca habla
en el Evangelio: no hay una sola palabra de José en el Evangelio; y el Señor le
habla en silencio, le habla precisamente en sueños”. De su ejemplo, puede
seguirse una lección muy necesaria en la actualidad.
ACTITUDES QUE HACEN LA NAVIDAD
Según el papa Francisco, “Navidad es preferir la voz
silenciosa de Dios al estruendo del consumismo. Si sabemos estar en silencio
frente al belén, la Navidad será una sorpresa para nosotros, no algo que ya
hayamos visto. Estar en silencio ante el belén: esta es la invitación para
Navidad. Tómate algo de tiempo, ponte delante del belén y permanece en
silencio. Y sentirás, verás la sorpresa”.
• Por tanto, será Navidad si, al igual que José, damos
espacio al silencio.
• Será Navidad si, imitando a María, le decimos a Dios “aquí
estoy”.
• Será Navidad si, como Jesús, nos acercamos a los que
están solos.
• Será Navidad, si, como los pastores, dejamos nuestros
recintos para estar con Jesús.
• Será Navidad, si encontramos la luz en la pobre gruta
de Belén.
Pero no será Navidad si buscamos el resplandor del mundo,
si nos llenamos de regalos, comidas y cenas, pero no ayudamos al menos a un
pobre, que se parece a Dios, porque en Navidad Dios vino pobre.
Este mensaje del
papa Francisco seguramente será una buena llamada para cada uno de nosotros.
José-Román Flecha Andrés