Lectio Divina: 21º domingo de Tiempo Ordinario A
Autor: P. Chuno, C.M.
Ambientación:
La persona de Jesús es apasionante, pero no basta con ser un simple simpatizante
suyo. Él quiere que lo conozcamos, que le sigamos, que nos comprometamos con
su proyecto de vida. La respuesta de Pedro debe ser también nuestra respuesta
cotidiana.
Oración inicial
Querido Señor, tú que eres quien da la vida, me has dado la vida para poder
alabarte,
Tú que eres el mesías, el Hijo de Dios, recibe de mí toda la adoración y gloria y la
honra por ser mi Señor,
Tú Señor que elegiste a Pedro, gracias por elegirme a mí para seguir edificando la
Iglesia que tú nos dejaste,
Tú que nos regalas palabras de vida, haz que estas sean la roca firme sobre la cual
edifiquemos nuestras vidas.
Te pido, Señor, que sigas dirigiendo esta tu iglesia, para que todos, especialmente
los más alejados, descubran que se pueden unir a ella y así vivir la experiencia de
amor en comunidad
AMÉN.
I. Lectio: ¿Qué me dice el texto?
Mateo 16, 13-20
Motivación: La persona de Jesús y el mensaje de Israel provocan el rechazo de
Israel. Con sus enseñanzas, Jesús prepara el nacimiento de una nueva comunidad
formada por aquellos hombres y mujeres que, como Pedro, lo confiesan Mesías e
Hijo de Dios. Escuchemos.
Forma de leerlo:
1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
¿Quién dice la gente que es Jesús?
¿Cómo responde Pedro a la pregunta de Jesús, sobre lo que ellos piensan de
Él?
¿Cómo responde Jesús a la confesión de fe que hace Simón Pedro?
• En la respuesta de Jesús encontramos una bienaventuranza, una promesa y
un encargo. ¿Puedes reconocer estos elementos en los versículos 17-19?
II: Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el texto?
Motivación: La pregunta que Jesús formuló a sus discípulos sigue siendo actual,
pues hoy mucha gente se interroga sobre quién es Jesús y sobre la misión de la
Iglesia. El texto de hoy nos invita a implicarnos en una respuesta personal.
• ¿Quién dicen que soy yo: Y yo, ¿qué digo de Jesús? ¿Quién es él realmente
para mí?
¿Qué visión de la Iglesia nos ofrece el texto de hoy?
Edificaré mi Iglesia: ¿qué dice la gente de la Iglesia?
¿Tengo la valentía de anunciar a tiempo y a destiempo el Reino de Dios?
• Mi acción apostólica, ¿colabora en la edificación de la Iglesia fundada por
Cristo?
• El poder del abismo no la hará perecer: ¿A qué te invita esta promesa de
Jesús respecto a la Iglesia?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: Expresemos en forma de oración lo que nos ha sugerido la lectura y
meditación de este pasaje. Inspirados en las palabras de la Escritura hagamos
nuestra propia confesión de fe sobre quién es Jesús para nosotros.
• Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta
nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de
gracias o la súplica confiada.
• Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este
domingo.
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivacin: Vicente también da una respuesta personal a la pregunta “Y ustedes,
¿quién dicen que soy” y nos ensea cmo hemos de considerar a Jesucristo:
Hay que considerar a nuestro Señor como Dios y como hombre. En esta cualidad
hemos de amarle: 1.° porque se hizo hombre por amor a nosotros, para
reconciliarnos con su Padre, cuya gracia habíamos perdido por el pecado de nuestro
primer padre; 2.° porque nos ha merecido con su vida, su muerte y su pasión el
cielo que habíamos perdido; 3.° porque hemos de ver a su Padre en él y la manera
de vivir que hemos de seguir para agradarle. (XI,735)
Santa Luisa, en su pequeño catecismo afirma: ¿Cómo ha de vivir el cristiano? Como
Nuestro Señor Jesucristo vivió en la Tierra.
Tenéis razón; porque ya que el nombre de cristiano viene de Cristo, debemos de
imitarle en nuestra vida para seguirle después de la muerte.
Pero ¿quién es Jesucristo? La segunda persona de la Santísima Trinidad, el Hijo de
Dios.
¿Qué quiere decir seguir a Jesucristo? Es practicar toda clase de virtudes como El
las practicó cuando vivió en este mundo: Él era humilde, manso, caritativo,
paciente, veraz, pobre, y nunca hablaba mal de su prójimo ni hacia mal a nadie. (E
29 – A 48)
• Compromiso: Durante la semana, ser un testimonio vivo de una iglesia que
ama a los necesitados y a los alejados.
Orar por el Papa Benedicto XVI y por todos los pastores de la Iglesia.
Oración final
Señor Jesús,
te pedimos que sigas fortaleciendo y animando a tu Iglesia
con los dones de la fidelidad y de la generosidad,
para que ella sea signo elocuente de tu voluntad,
que exprese y manifieste el proyecto de amor del Padre.
Así como en un principio
le diste el don de perseverancia y la entrega,
hoy renuévanos a todos los que pertenecemos a tu Iglesia,
para que cada vez más se adhieran a ella,
gracias a nuestro testimonio
y tu acción en nosotros.
Hoy y siempre, sigue bendiciendo a tu Iglesia
y a los sucesores de Pedro
así como lo prometiste.
Que así sea