Necesidad de una experiencia personal.
24/08/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Juan 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe se encontró con Natanael y le dijo: «Hemos encontrado a
aquel de quien escribió Moisés en la ley y también los profetas. Es Jesús de
Nazaret, el hijo de José». Natanael replicó: «¿Acaso puede salir de Nazaret algo
bueno?» Felipe le contestó: «Ven y lo verás».
Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: «Este es un verdadero israelita
en el que no hay doblez». Natanael le preguntó: «¿De dónde me conoces?» Jesús le
respondió: «Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la
higuera». Respondió Natanael: «Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el rey de
Israel». Jesús le contestó: «Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la
higuera. Mayores cosas has de ver». Después añadió: «Yo les aseguro que verán el
cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».
Oración introductoria
Jesús, como buen hermano y amigo, no te cansas de llamarme por diversos
medios. Me insistes en la conversión del corazón, pues sólo el corazón decidido a
convertirse aprende a orar en la fe. Ayúdame en esta meditación a disponer mi
corazón para hacer la voluntad de tu Padre.
Petición
Señor, concédeme buscar la santidad a través de la experiencia de tu presencia en
mi vida.
Meditación
«El caso de Natanael nos sugiere otra reflexión: en nuestra relación con Jesús, no
tenemos que contentarnos sólo con las palabras. Felipe, en su respuesta, presenta
a Natanael una invitación significativa: “Ven y lo verás”. Nuestro conocimiento de
Jesús tiene necesidad sobre todo de una experiencia viva: el testimonio de otra
persona es ciertamente importante, pues normalmente toda nuestra vida cristiana
comienza con el anuncio que nos llega por obra de uno o de varios testigos. Pero
nosotros mismos tenemos que quedar involucrados personalmente en una relación
íntima y profunda con Jesús […] Las palabras de Natanael presentan un doble y
complementario aspecto de la identidad de Jesús: es reconocido tanto por su
relación especial con Dios Padre, del que es Hijo unigénito, como por su relación
con el pueblo de Israel, de quien es llamado rey, atribución propia del Mesías
esperado».(Benedicto XVI, 4 de octubre de 2006).
Reflexión apostólica
«En virtud de la fuerza de su propio bautismo, todo cristiano puede y debe
convertirse en un líder dentro de su ambiente que ayude a sus hermanos a hacer
una experiencia personal de Cristo y de la vitalidad de la Iglesia » ( Manual del
miembro del Regnum Christi , n. 337).
Propósito
Hacer una visita a Cristo Eucaristía, preferentemente con un familiar o un amigo.
Diálogo con Cristo
Jesús, quiero tener un encuentro personal contigo para llegar a ser un instrumento
dócil en tus manos, sólo así mi acción será eficaz. Estoy convencido que al
comunicarte a los demás estoy cumpliendo con la misión para la cual he sido
creado, ¡gracias Señor por tan noble e importante misión!
«La misión brota de una profunda experiencia personal: el encuentro vivo y
transformante con Cristo»
( Cristo al centro, n. 1601).