EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Jueves de la XXI Semana del Tiempo Ordinario
Primera Carta de San Pablo a los Tesalonicences 3,7-13.
Por eso, hermanos, a pesar de las angustias y contrariedades, nos sentimos
reconfortados por ustedes, al comprobar su fe.
Sí, ahora volvemos a vivir, sabiendo que ustedes permanecen firmes en el Señor.
¿Cómo podremos dar gracias a Dios por ustedes, por todo el gozo que nos hacen
sentir en la presencia de nuestro Dios?
Día y noche, le pedimos con insistencia que podamos verlos de nuevo
personalmente, para completar lo que todavía falta a su fe.
Que el mismo Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesucristo, nos allanen el
camino para ir allí.
Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los
demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes.
Que él fortalezca sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de
Dios, nuestro Padre, el Día de la Venida del Señor Jesús con todos sus santos.
Evangelio según San Mateo 24,42-51.
Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el
ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora
menos pensada.
¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente
de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno?
Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo.
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si es un mal servidor, que piensa: 'Mi señor tardará',
y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos,
su señor llegará el día y la hora menos pensada,
y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá
llanto y rechinar de dientes.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Santa Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas Misioneras de la
Caridad.
Jesús, la Palabra, que ha hablado. C. 10
«Feliz el servidor que su dueño, al regreso, lo encuentra trabajando»
Si a veces tenemos la impresión de que el Maestro se ha ido, ¿no será porque
yo me he alejado de una u otra hermana? Una cosa nos garantizará siempre el
cielo: los actos de caridad y la gentileza que habremos tenido nuestra vida.
Nunca sabremos el bien puede provocar una simple sonrisa. Decimos a los
hombres lo grande que es Dios, comprensivo, indulgente: y ¿somos nosotros la
prueba viviente de ello? ¿Pueden realmente darse cuenta de esa grandeza,
comprensión, indulgencia viéndola viva en nosotros?
“servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”