Memoria Obligatoria. Martirio de San Juan Bautista (29 de agosto)
Muerte del
Bautista . Hoy la tradición
cristiana recuerda el martirio de san Juan Bautista, “el mayor entre los
nacidos de mujer”, según el elogio del Mesías mismo (cf. Lc 7, 28).
Ofreció a Dios el supremo testimonio de la sangre, inmolando su existencia por
la verdad y la justicia; en efecto, fue decapitado por orden de Herodes, al que
había osado decir que no le era lícito tener la mujer de su hermano (cf. Mc
6, 17-29).
En
la encíclica Veritatis splendor ,
Benedicto, recordando el sacrificio de san Juan Bautista (cf. n. 91), afirmó
que el martirio es un “signo preclaro de la santidad de la Iglesia” (n.
93). En efecto, “es el testimonio culminante de la verdad moral” ( ib. ).
Aunque son pocos relativamente los llamados al sacrificio supremo, existe sin
embargo “un testimonio de coherencia que todos los cristianos deben estar
dispuestos a dar cada día, incluso a costa de sufrimientos y de grandes
sacrificios” ( ib. ). Realmente, a veces hace falta un esfuerzo heroico
para no ceder, incluso en la vida diaria, ante las dificultades y las
componendas, y para vivir el Evangelio sin cortapisas.
Como
auténtico profeta, san Juan dio
testimonio de la verdad sin componendas. Denunció las transgresiones de los
mandamientos de Dios, incluso cuando los protagonistas eran los poderosos. Así,
cuando acusó de adulterio a Herodes y Herodías, pagó con su vida, coronando con
el martirio su servicio a Cristo, que es la verdad en persona.
Invoquemos
su intercesión, junto con la de María santísima, para que nosotros nos
mantengamos siempre fiel a Cristo y testimoniemos con valentía su verdad y su
amor a todos.
Padre Feliz Padre Félix Castro Morales