Fiesta. San Bartolome, apóstol. (24de Agosto)
Juan 1, 45-51
Tú eres el Hijo
de Dios, tú eres el Rey de Israel .
Estas palabras de Natanael presentan un doble aspecto de la identidad de Jesús:
es reconocido tanto en su relación especial con Dios Padre, de quien es Hijo
unigénito, como en su relación con el pueblo de Israel, del que es declarado rey,
calificación propia del Mesías esperado.
Jesús
es el verdadero rey de Israel, verdadero rey porque es hombre y Dios. Y la
inscripción en la cruz realmente había anunciado al mundo esta realidad: ya
está presente el verdadero rey de Israel, que es el rey del mundo; el rey de
los judíos está colgado en la cruz. Es una proclamación de la realeza de Jesús,
del cumplimiento de la espera mesiánica del Antiguo Testamento, que, en el
fondo del corazón, es una expectativa de todos los hombres que esperan al
verdadero rey, que da justicia, amor y fraternidad.
Jesús
no sólo cumple la promesa davídica, la espera del verdadero rey de Israel y del
mundo, sino que realiza también la promesa del verdadero Sacerdote. Por tanto, en
Cristo están unidas las dos promesas: Cristo es el verdadero Rey, el Hijo de Dios,
pero es también el verdadero Sacerdote.
Que
en esta fiesta de Natanael sepamos responder como él, con una confesión de fe
límpida y hermosa, diciendo y viviendo: “Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres
el Rey de Israel” ( Jn 1, 49), o como decimos en el credo: Creo en
Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/