XXVI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
LA VERDAD SE PRUEBA EN LA PRÁCTICA DE VIDA
La Palabra: Jesús habla a “los sacerdotes y los ancianos del pueblo”,
interpelándoles con la parábola de los dos hijos. Uno dice sí a todo lo que le manda
el padre pero no cumple nada. El otro dice de entrada no, pero luego se arrepiente
y hace lo que el padre le ordena.
1. Jesús ya está amenazado de muerte. Le van a condenar las autoridades
religiosas judías “sacerdotes y ancianos del pueblo”. En esta situacin de amenaza,
Jesús habla como los profetas en nombre de Dios. Esas autoridades se presentan
como los elegidos y cumplidores, pero en realidad su práctica de vida responde a
todo lo contrario de lo que Dios quiere: engordan sus arcas, aplastan a los pobres,
discriminan a los enfermos y sólo buscan prestigio ante los demás.
2. En la línea profética, esta parábola desenmascara el ejercicio de la autoridad
que no busca tanto ayudar a la persona para que crezca, sino asegurarse a sí
misma en posiciones de poder y de privilegio. En la preparación de las elecciones
todos los políticos prometen vida y libertad para todos; pero las teorías no sirven,
su verdad se prueba en la práctica.
3. De modo similar puede ocurrir en los cristianos. Por supuesto, el fallo es nefasto
cuando la incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace se da en los cristianos
constituidos en autoridad dentro de la Iglesia. Pero la enfermedad se da con
frecuencia en todos los bautizados. Pertenece al Reino de Dios no tanto el que dice
“Seor, Seor” y se conforma con darse golpes de pecho, sino el que, alcanzado
por el espíritu de Jesucristo, trata de realizar en este mundo la voluntad del Padre:
que todos tengan vida y se relacionen como hermanos.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net