XV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
ESCUCHAR Y PONER EN PRÁCTICA
La Palabra: “El que escucha la Palabra, dará fruto” (Mt. 13, 1-21).
1. Las parábolas de Jesús no se reducen a cuentos para entretener a la gente. La
parábola del sembrador es muy sencilla y elocuente. Con la imagen de la semilla
Jesús se refiere a la Palabra de Dios. Esa Palabra es lo que él anuncia. Unos se
acercaban, oían el mensaje de Jesús, incluso les gustaba, pero su forma de vivir no
cambiaba en nada; seguían en la superficialidad. Otros veían que la predicación
cuestionaba sus posiciones de seguridad y buscaron la forma de eliminar cuanto
antes al profeta. Sin embargo, algunos se acercaban a Jesús, oían lo que decía y
trataban de ponerlo en práctica. A estos se refiere la parábola como imagen de la
buena tierra que recibe la semilla y con su jugo hace que prospere hasta dar fruto.
2. Puesto que el mismo Espíritu que sin medida se dio a Jesús de Nazaret e inspira
su evangelio, habla continuamente a todos los seres humanos en su conciencia, la
parábola del sembrador vale para todos los seres humanos. Todos oímos la voz de
ese maestro interior invitándonos a ir por un camino y dejar el otro, que juzga
nuestra conducta, que nos sugiere rectificar y que nos tranquiliza cuando hacemos
lo correcto. También esa voz puede ser dejada a un lado, acallarla sin más, o dejar
que tenga su eco en nuestra forma de vivir y de actuar.
3. Según el evangelio, no es suficiente oír. Hay que “escuchar”. Es la invitación que
una y otra vez vemos en la Biblia: “escucha, Israel". Implica dejarse impactar y
transformar por la Palabra que viene a ser como la lluvia que suavemente mueve la
tierra para que sea madre de vida. María de Nazaret es celebrada en las primeras
comunidades cristianas como la que oyó el mensaje de Dios y lo escuchó, lo meditó
y orientó su existencia según la voluntad divina. En cierta ocasión una mujer lanzó
este piropo a Jesús: “dichoso el seno que te llevó y los pechos que te
amamantaron”. Pero Jesús dio un nuevo paso: “más bien dichosos los que
escuchan la Palabra y la cumplen". María es la discípula de Jesús, un signo para
toda la comunidad cristiana .
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net