Comentario al evangelio del Jueves 08 de Septiembre del 2011
Queridos amigos y amigas:
Celebramos hoy la fiesta de la Natividad de la Virgen María . Festejamos, con palabras de un himno de
este día, que “ Hoy nace una clara estrella, tan divina y celestial, que, con ser estrella, es tal, que el
mismo sol nace de ella ” . Dice San Andrés de Creta : «Convenía, pues, que esta fulgurante y
sorprendente venida de Dios a los hombres fuera precedida de algún hecho que nos preparara a
recibir con gozo el gran don de la salvación. [...] el nacimiento de la Madre de Dios es el exordio de
todo este cúmulo de bienes [...]. Un doble beneficio nos aporta este hecho: nos conduce a la verdad y
nos libera de una manera de vivir sujeta a la esclavitud de la letra de la ley. ¿De qué modo tiene lugar
esto? Por el hecho de que la sombra se retira ante la llegada de la luz, y la gracia sustituye a la letra
de la ley por la libertad del espíritu. » El que es la luz del mundo, viene precedido por esta luz de María
que conmemoramos hoy, en nuestra lectura de la historia de la salvación.
La vida de la madre de Dios es, toda ella, historia de luz y salvación. En Ella también podemos leer
nuestra propia existencia, necesitada de luz y salvación, como historia agraciada. Con la única
condición de decir SÍ en los momentos en los que Dios se nos ofrece, para llevarnos a plenitud a cada
uno de nosotros y, a través de nosotros, a este mundo que Él ha creado y redimido, con el mayor
compromiso, en el cumplimiento fiel y hondo de sus promesas. ¡Feliz Fiesta de la Natividad de la
Virgen! ¡Feliz fiesta de vida y esperanza nuestra!
Vuestro hermano en la fe,
Luis Ángel de las Heras, cmf
Luis Ángel de las Heras, cmf