III VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A
UNA INSPIRACIÓN NUEVA EN LA EXISTENCIA
“Si vuestra justicia no supera a la de los letrados y fariseos, no entraréis en el reino
de los cielos” (evangelio).
1. El evangelio de hoy es parte de lo que se llama Sermón de la Montaña, donde el
evangelista Mateo colecciona todo aquello que Jesús propone para realizar la vida
con los sentimientos de Dios. Un ideal que da sentido al camino y a los empeños
por alcanzarlo. Se han dado y se siguen dando muchas interpretaciones sobre la
naturaleza de este programa: una ley, unos consejos, una mentalidad, una llamada
para provocar el arrepentimiento, palabras bonitas. Pero más bien se refiere a la
novedad que modaliza la existencia de los seres humanos cuando ellos se abren a
la presencia de Dios, que de algún modo a todos nos habita y que se reveló en la
conducta histórica de Jesús.
2. “La justicia de letrados y fariseos” que Jesús denuncia como insuficiente, se
apoyaba en el cumplimiento de unas leyes y de unas prácticas religiosas. Era una
justicia legal que no implicaba un cambio en la relación con los demás. Una justicia
que regía la conducta del hijo mayor en la parábola del padre bueno; según
pensaba ese hijo celoso cumplidor de todo lo mandado, su hermano pecador debía
ser castigado. En la justicia de los escribas y fariseos los leprosos debían
ser excluidos y echados fuera de la sociedad, la mujer adúltera debía ser castigada
con la muerte y curar a un enfermo en sábado significaba una injuria contra Dios.
La nueva justicia que Jesús propone se inspira en un cambio del corazón gracias a
los sentimientos nuevos y a la energía de amor que brotan desde dentro.
3. Esta nueva justicia se hace realidad en nuestras relaciones con el otro. Por tanto,
si el otro tiene algo contra ti, reconcíliate primero con él antes de presentar tu
ofrenda en el altar. No digas nunca lo que ofende a los demás. Antes de llevar el
asunto al juzgado, procura un arreglo amistoso con el contrincante. Que no te
domine la codicia posesiva de apropiarte de aquello que no es tuyo. Intenta ser
siempre persona de palabra.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net