VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A
LIBRES PARA COMPARTIR
“No podéis servir a dos amos; no podéis servir a Dios y al dinero” (evangelio).
1. La crisis económica significa que las cosas no van bien a la hora de producir y
distribuir los recursos. La manifestación de la misma se nota en que unos pocos
amontonan mucho mientras muchos se ven mal para conseguir lo necesario para la
supervivencia. La fiebre posesiva, que todos llevamos dentro y que se plasma en
ese pecado capital que llamamos avaricia, está causando estragos hoy y causaba
estragos en el tiempo y en la sociedad judía donde vivió Jesús de Nazaret,
2. Jesús conocía bien esa tensión que hay en el dinamismo del corazón humano. Se
siente inseguro y se agarra tercamente a falsos absolutos que le salen al camino y
le ofrecen seguridad. Cuando Jesús dice “no podéis servir” se refiere a una entrega
total y afectiva. En cierta ocasión había dicho: “qué difícil es a los ricos entrar en el
reino de los cielos”, en esa comunidad fraterna donde todos nos sentamos como
hermanos en la única mesa de la creación. Por eso es peligroso quedarnos en
semivírgenes: arrodillándonos como esclavos ante la idolatría de nuestra seguridad
individualista y encendiendo de cuando en cuando velas a una divinidad o a san
Lázaro.
3. La recomendación de Jesús –“no agobiaros por la comida o el vestido”– debe ser
leída e interpretada en contraposición a la codicia o afán por asegurarse la vida
acaparando y almacenando recursos económicos. No caigamos en un
providencialismo barato. No quiere decir que, sin trabajar de modo inteligente,
caerá del cielo un maná para alimentarnos. Se debe entender más bien como un
correctivo para los que pretenden realizar la existencia y asegurar su porvenir
“acaparando para sí mismos”. Debemos gestionar los recursos de este mundo
conscientes de que sólo son medios para que todos y todas podamos sentarnos
como personas libres y participar como hermanos en la mesa común de la creación.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net