La sonrisa de María es una fuente de agua viva.
15/09/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Juan 19, 25-27
En aquel tiempo, estaban junto a la cruz de Jesús, su Madre, la hermana de su
Madre, María la de Cleofás, y María Magdalena.
Al ver a su Madre y junto a Ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su Madre:
«Mujer, ahí está tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Ahí está tu Madre». Y desde
entonces el discípulo se la llevó a vivir con él. Palabra del Señor.
O bien:
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 33-35
En aquel tiempo, el padre y la Madre del niño estaban admirados de las palabras
que les decía Simeón. Él los bendijo, y a María, la Madre de Jesús, le anunció:
«Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como
signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los
pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma».
Palabra del Señor.
Oración introductoria
Dios mío, ¡qué gran misterio de amor me propones hoy para mi meditación! A
pesar de que una espada atravesó el corazón de tu madre santísima, ella siempre
se mantuvo firme en la fe y con gran amor hoy me acoge, me ama y me enseña las
virtudes que me pueden llevar a la santidad.
Petición
María, intercede por mí para que pueda hacer una buena oración.
Meditación
«María está hoy en el gozo y la gloria de la Resurrección. Las lágrimas que derramó
al pie de la Cruz se han transformado en una sonrisa que ya nada podrá extinguir,
permaneciendo intacta, sin embargo, su compasión maternal por nosotros. Lo
atestigua la intervención benéfica de la Virgen María en el curso de la historia y no
cesa de suscitar una inquebrantable confianza en Ella; la oración Acordaos , ¡oh
piadosísima Virgen María! expresa bien este sentimiento. María ama a cada uno de
sus hijos, prestando una atención particular a quienes, como su Hijo en la hora de
su Pasión, están sumidos en el dolor; los ama simplemente porque son sus hijos,
según la voluntad de Cristo en la Cruz […] ¡Volveos a María! En la sonrisa de la
Virgen está misteriosamente escondida la fuerza para continuar la lucha contra la
enfermedad y a favor de la vida» (Benedicto XVI, 15 de septiembre de 2008).
Reflexión apostólica
«Fue la criatura a quien Dios pidió más amor después de su Hijo; un amor sin
medida, hasta el sacrificio supremo del Calvario, en el que entregó a su propio Hijo
por todos los hombres y abrió su corazón para recibirlos a todos como Madre. María
es un ejemplo, elocuente y sencillo al mismo tiempo, de la vivencia cotidiana de las
virtudes teologales» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 125).
Propósito
Ganar la indulgencia plenaria, rezando el Credo y el Padre Nuestro ante una imagen
de la Santísima Virgen, además de las condiciones establecidas por la Iglesia para
poder conseguir la indulgencia plenaria (Ver manual de oraciones, capítulo XVI).
Diálogo con Cristo
Jesús, aunque experimente dificultades y problemas, situaciones de sufrimiento y
dolor, momentos difíciles de comprender y de aceptar, siguiendo el ejemplo de
María, tengo la seguridad que todo tendrá una razón y un sentido. Sin embargo soy
débil para ofrecerte que quiero ser purificado en el dolor… simplemente sé y confío
en que me darás lo que necesito para entrar un día en el cielo, ¡gracias Padre mío!
«Así, meditando y sufriendo, María fue creciendo en la comprensión de los misterios
de Cristo, y la fe constituyó su fortaleza y su seguridad hasta el final de su vida»
( Cristo al centro, n. 1497).