Domingo Trigésimo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Día del Domund
Ex 22, 21-27; Sal 17,2-3a. 3bc-4. 47 y 51ab;
1 Ts 1, 5c-10; Mt 22, 34-40
En este domingo mundial de las misiones la Palabra de Dios nos recuerda que
nuestro Dios a quien llamamos Padrenuestro, es el Señor del mundo y de la
historia, y nada de lo que suceda es ignorado por él. El actúa en el mundo, en la
historia para guiar a la humanidad, a cada hombre o mujer… hacia El. Nuestra
persona, nuestro corazn… es de Dios.
“Yo soy el Seor y no hay otro, fuera de mí no hay Dios”.
“Es grande el Seor…, postraos ante el seor…, el seor es Rey, el es el
único grande…”
Nuestra fe y la convicción firme de que Dios es el único Señor, tiene que marcar
nuestra relación con El y con nuestro prójimo, con nosotros mismos y con la
naturaleza, y luchar cada día porque realmente él sea el Señor de todo y de todos,
efectiva y afectivamente, en la mente y el corazn…
Jesús le entregó todo a su Padre, su alimento fue hacer la voluntad de su Padre,
se entregó a El hasta la muerte y una muerte de Cruz; por eso, lo exalto por
encima de todo nombre, constituyéndolo Señor del universo. Este es el titulo que se
le da a Jesús en el nuevo testamento. Creo que todos los que estamos aquí no solo
sabemos estas verdades, sino que creemos…trabajo de cada uno de nosotros será
hacer a Jesús el Señor y Rey, el centro de nuestro vida, hacerlo Señor de nuestra
tiempo, del trabajo de nuestros bienes, de la salud y de la enfermedad, del cuerpo
y del alma, de la familia…de los que somos y tenemos…en fin, ser realmente
discípulos y apstoles suyos…
Jesús quiere que le demos lo que es suyo, nosotros mismos, lo que somos y
tenemos “A Dios lo que es de Dios”… La segunda lectura nos sugiere cmo
podemos dar a Dios lo que es de Dios: nosotros le hemos dado a Dios nuestro
corazón, nuestra persona. Esta es nuestra alegría. Gracias al don de la fe podemos
vivir y creer en Dios que nos ama y nos da fuerza. Es la energía que nos empuja a
trabajar. La fe en efecto, es un tesoro. Pero no para esconderlo y guardarlo. Hay
que propagarlo. Hay que dar testimonio de él. Tenemos que ser misioneros,
anunciando la buena noticia de Jesús con el testimonio y, también, con la palabra.
Tenemos que hacer como la comunidad de Tesalnica, “Ante Dios, nuestro Padre,
recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe...
Hoy en el día del Domund, día mundial de las misiones, se nos recuerda que no
solo debemos ser misioneros, sino que somos misioneros por nuestro bautismo y
nuestra confirmación, que nos hizo cristianos, Cristos, con la misma misión que a El
le encomend su Padre…Somos y debemos ser misioneros, siempre y en todo
lugar…En este día queremos recordar y valorar todo el esfuerzo y el testimonio de
tantos hermanos y hermanas nuestros, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y
laicas, que lo han dejado todo para ir a tierras lejanas y encarnarse en sus culturas.
Han ido a todos los pueblos de la tierra, especialmente a los que viven en
condiciones de necesidad extrema, para hacerse hermanos y hermanas de todos
ellos, y juntos avanzar hacia su realización personal y comunitaria, en el tiempo y
en la eternidad… Esta encarnacin en las distintas culturas es necesaria para poder
anunciar la Buena Noticia de Jesús. Es una labor extraordinaria, la de nuestros
misioneros y misioneras. Admiramos su fe, su entrega, su generosidad y valentía. Y
queremos sentirnos muy cerca de ellos en la oración y también queremos hacerles
llegar nuestra ayuda. Por eso, hoy especialmente, los recordamos y oramos por
ellos y también se nos pide nuestra aportación económica. Seamos generosos.
Agradezcamos con hechos el trabajo que realizan. Sepamos acompañarles.
Pidamos al Señor que el testimonio de fe y de amor de nuestros misioneros y
misioneras dé esperanza a este mundo oscuro y atormentado, necesitado de luz, de
verdad, de valores, de amor y de paz. Que su esperanza y nuestra esperanza
aguante las adversidades.
Que esta Eucaristía nos haga sentir en plena comunión con toda la Iglesia de
todos los rincones de la tierra y que Santa María, Madre del verdadero Dios por
quien se vive, primera evangelizada y misionera, con su intercesión, nos fortalezca
a todos en al fe, en la esperanza y en el amor.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)