Domingo Vigésimo Octavo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
Sb 7, 7-11; Sal 89,12-13. 14-15. 16-17;
Hb 04, 12-13; Mc 10, 17-30
“Maestro ¿qué he de hacer para alcanzar al vida eterna?” (Mt 19:16-21) 1 . Juan
Pablo II de feliz memoria, comenta este pasaje en la Veritatis Splendor diciendo que
la moral cristiana tiene como primera preocupación el sentido de la vida en
Jesucristo . Yo debo comportarme así porque este es el modo coherente de lo que soy
como seguidor e imitador de Cristo. La vida del cristiano se funda sobre la fe y la
gracia. Lo primero es despertar la fe, la adhesión viva y personal a Jesús: la vida de
Jesús en los sacramentos para vivir la ley.
El Papa argumenta en este punto que la respuesta al significado de la vida no
se encuentra fuera de Cristo. La forma de vivir del católico es el encuentro con
Cristo. Y, por eso, el joven rico ve que lo que ha hecho desde niño no es suficiente.
No se trata de cumplir la ley, sino de ser Cristo. La percepción del modo de ser
procede del encuentro con Cristo, que tiene sus raíces en el sacramento del bautismo
y la eucaristía y vinculando los dos al sacramento de la reconciliación .
Sólo Dios es bueno, ¿por qué me llamas bueno? La respuesta es porque sólo
Dios es la base donde se apoyan los valores morales ; y no la ética en consensos que
permitan una convivencia pacifica. Lo que es bueno o malo no depende del hombre,
sino de Dios Creador. Donde no hay Dios hay egoísmo, corrupción, mentira,
demagogia… todos los valores morales tienen su fundamento en Dios; el que no tiene
fe no lo sabe; El mundo da su propio testimonio, al cristiano le toca dar el suyo.
El cumplimiento de los mudamientos es el requisito para ser libres. Solo
cumpliendo los mandamientos se está en condiciones de ser libre. El hombre ha sido
creado por Dios según su sabiduría, lo ha hecho sin equivocarse, como quería
hacernos. Será libre el hombre cuando respete lo que es, sólo así llegará al final. Dios
nos recuerda los puntos fundamentales de nuestro modo de ser: lo que el hombre ha
de respetar, de amar…la enseanza divina, los aspectos fundamentales de la
constitución humana. Los mandamientos no son una imposición, son las formas de
respetar lo que se es como hombre. Si no se acepta tal, se actúa libremente al
margen de lo que se es y lo que se vive. Cumplir los mandamientos es vivir de
acuerdo a lo que se es como persona. Conocer y aceptar una sana antropología es
básico para conocer, entender lo que son los mandamientos y vivirlos.
1 Cfr. VS 6-26
La vida moral cristiana se fundamente en la santidad, en la espiritualidad :
encuentro, seguimiento e imitación de Cristo; virtudes, dones, Espíritu Santo, en la
iglesia.
La perfección de la vida cristiana se dirige a todos. El joven rico tiene una
inquietud que va más allá de los mandamientos. Qué más, desprendimiento: vende y
dalo y sígueme. La perfección de la vida cristiana lleva una especial madurez de la
libertad, pero se dirige a todos. Todo el que se encuentre con el Señor está llamado a
seguirlo y desprenderse de lo que impide la vida en Cristo. Dios quiere que todos
sean santos.
"Si quieres ser perfecto” (Mt 19, 21), seala que para continuar el camino de
plenitud que comienza con el cumplimiento de los mandamientos es necesaria una
madurez de la libertad en el darse a sí mismo y que esa madurez que la libertad
necesita sólo puede ser provista por la gracia, que hace que la libertad se mueva por el
amor y busque la perfección. Jesús deja en claro que la perfección es parte integrante
de la vida moral en la diversidad de caminos de cada seguidor suyo.
El Papa dice que el cumplimiento de los mandamientos abre la vida cristiana a
un nuevo panorama. Supuesta la gracia, y ya cumplidos los mandamientos, se está
en condiciones de vivir y de ejercitar la libertad. Por tanto, la vida moral buena no
puede sólo consistir en el cumplir de todos los mandamientos; hay que ejercitar la
libertad en torno a los conceptos que aparecen en las bienaventuranzas. La madurez
de la libertad comienza cuando vendo, doy los bienes y sigo a Jesús.
El fundamento de la moral cristiana . El fundamento esencial es responder, es
vivir cristianamente; la moral cristiana es seguir a Cristo; no es sólo cumplir los
mandamientos, sino imitarlo, identificarse con Él por la forma de creer y de vivir.
Hacer consistir el vivir de los cristianos con el vivir de Cristo. El hombre solo puede
ser libre con la libertad que nos ganó Cristo, vivir de acuerdo a lo que somos
nosotros mismos.
Seguir a Cristo es el fundamento esencial y original de la moral cristiana 2 . El "ven
y sígueme" (Mt 19, 21) de Jesús supone el cumplimiento de los mandamientos y vivir al
estilo que dibujan las Bienaventuranzas; es decir, conformarse a Jesús obrando como Él
obró como regla moral del cristiano 3 .
El don de la gracia reclama, no exime, la respuesta de la libertad humana, de
modo que la vida moral es el desarrollo de la relación entre el don ofrecido por Dios y la
libertad de la criatura 4 . Recibido el don, corresponde a la libertad una respuesta
responsable. “Lo que constituye el núcleo del mensaje moral de Jesús y de la
2 Cfr. 19-23
3 Cfr. 20-21
4 Cfr. 24-26
predicacin de los Apstoles (…) (es) la Ley nueva, es la gracia del Espíritu Santo
dada mediante la fe en Cristo”
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)