25 de diciembre
¡FELIZ NAVIDAD!
Is 9,2-7; Sal 95,1-2a. 2b-3, 11-12. 13;
Tt 2,11-14; Lc 2,1-14
¡Feliz Navidad! Es la palabra que más oiremos estos días. Nos la dirán los
mensajes comerciales, la gente de las calles, los discursos de los políticos, el abrazo
cariñoso de la familia... y siempre irá acompañado de un deseo de cosas buenas.
También la Misa de Nochebuena nos saluda con este gozo: alegrémonos todos
en el Señor; porque nuestro Salvador ha nacido en el mundo.
La Navidad es un recuerdo
El más entrañable de los recuerdos. El Evangelista San Lucas, que lo habría oído
de labios de María, contó la Historia en muy pocas palabras: “A María le llegó la
hora del parto, dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en
un pesebre”. Muy pocas palabras para contar lo más importante de la Historia.
Muchos niños habían nacido y nacerían en el mundo, llenando de esperanza su
familia. Ninguno como éste, sería el fundamento de toda la esperanza de los
hombres. “Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos lo
hombres” (Epístola).
Aparentemente era un niño como los otros: pequeño, indefenso, necesitado de
todo y de todos. María y José sabían quién era y de rodillas lo adoraron. Con mucha
fe, porque ningún signo extraordinario anunciaba su divinidad, y esta Nochebuena
la Historia se dividió en dos partes. Terminaba un largo camino de esperanza. Se
cumplía la promesa que había alimentado la fe de todo el A. T.
Comenzaba un tiempo nuevo. Lo cantaron los Ángeles: “les traigo la Buena
Nueva. Les ha nacido un Salvador; el Mesías, el Señor...”
Navidad son los días de recordar esta Historia... El Belén, los villancicos, el
árbol, la fiesta familiar... quieren ser el eco de esta página.
Navidad es un acontecimiento de hoy
Cuando estos días nos den a besar el Niño, nos dirán. "Un niño nos ha nacido.
Un hijo se nos ha dado" .Haremos un acto de fe. Hablamos de un pasado y lo
decimos en presente. El que nació, sigue naciendo entre nosotros.
Oiremos lo que el Ángel les dice a los Pastores. “y aquí tenéis la señal:
encontraréis un niño, envuelto en pañales y acostado en el pesebre”.
Nosotros, también, lo tenemos que encontrar. El Cristo que vive se nos
manifiesta con otras "señales". Nos habla hoy desde su Palabra. Se nos da en la
Eucaristía. Nos perdona en la Penitencia. Está vivo en el misterio de la Iglesia. Lo
podremos servir en los hermanos, sobre todo; en los más necesitados.
Hoy son tantos "los pañales" que envuelven nuestra Navidad, que casi no
encontramos al Niño. Por eso tenemos que abrir, de par en par, los ojos de la fe,
para que nos encontremos con Jesucristo.
Tarjeta de Navidad
Muchas cosas y muy bonitas nos dirán estos días en las felicitaciones navideñas.
Pero la tarjeta más bonita nos la leerán los Ángeles en la Nochebuena:
Gloria a Dios en el cielo. Un aplauso al Señor por esta maravilla de acercarse a
nosotros, en ese ser tan pequeño, que le llamamos "Emmanuel -Dios con nosotros-
".
En la tierra paz a los hombres que Dios ama, que somos todos. Un buen
programa. Así iremos nosotros por la vida, poniendo amor, que siempre es camino
de paz.
Que Dios nos dé estos días y siempre, con la alegría de los Ángeles y la prisa de
los Pastores por encontrarlo, el corazón grande de María y la actitud servicial de
José. ¡Feliz Navidad!
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)