Conocer no es lo mismo que experimentar.
22/09/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 7-9
En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y
no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que
había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos
profetas.
Pero Herodes decía: «A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del
que oigo semejantes cosas?». Y tenía curiosidad de ver a Jesús. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Espíritu Santo, ven a mi encuentro, guía mi oración, para conocerte, no por
curiosidad, sino porque quiero seguirte y amarte más. Ilumina mi mente y
despierta en mí el deseo de llevar a cabo mi misión con entusiasmo y, sobre todo,
con mucho amor.
Petición
Señor, purifica mi intención en este momento de oración y en todas las actividades
de este día.
Meditación
«En todos los nombres que se mencionan para explicar la figura de Jesús se refleja
de algún modo la dimensión escatológica. […] Todas estas opiniones no es que sean
erróneas; en mayor o menor medida constituyen aproximaciones al misterio de
Jesús a partir de las cuales se puede ciertamente encontrar el camino hacia el
núcleo esencial. Sin embargo, no llegan a la verdadera naturaleza de Jesús ni a su
novedad. Se aproximan a él desde el pasado, o desde lo que generalmente ocurre y
es posible; no desde sí mismo, no desde su ser único, que impide el que se le
pueda incluir en cualquier otra categoría. En este sentido, también hoy existe
evidentemente la opinión de la “gente”, que ha conocido a Cristo de algún modo,
que quizás hasta lo ha estudiado científicamente, pero que no lo ha encontrado
personalmente en su especificidad ni en su total alteridad» (Benedicto XVI, Jesús
de Nazaret, primera parte, p. 117).
Reflexión apostólica
« Conocer a Cristo: La primera necesidad espiritual es conocer más a Jesucristo,
hasta llegar a una honda experiencia de su persona y de su amor. No se trata, por
tanto, de un conocimiento que se funda sólo en el estudio académico, sino más
bien, de un conocimiento interior, fruto de la fe y del amor. Es un conocimiento
experiencial más que teórico; es un conocer más con el corazón que con el
raciocinio, que no es sentimiento –aunque no lo excluye y lo agradece cuando
ayuda– sino donación» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 74).
Propósito
En el lugar adecuado, darme el tiempo y el silencio necesarios para la oración.
Diálogo con Cristo
Gracias, Señor, por concederme la gracia, la confianza y el gran consuelo de poder
dialogar contigo, porque por tu inmensa generosidad no sólo te conozco sino que
tengo la seguridad que Tú siempre estás dispuesto a darme tu gracia y cercanía.
Ayúdame a pasar este día haciendo el bien.
«Sigue confiando en Jesucristo; buen camino has seguido; las almas que se
entregan son las que reciben más de su amor»
( Cristo al centro, n. 491).