“Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén”
Lc 9, 51-56
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. JESÚS SE ENCAMINÓ DECIDIDAMENTE HACIA JERUSALÉN
Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó
decididamente hacia Jerusalén. Este camino conduce a su muerte en la cruz y, después, a
su resurrección. Se encaminó decididamente. Esta expresión significa, al pie de la letra,
“endurecer el rostro”. La expresión está tomada de uno de los cantos del Siervo de YHWH:
“Endurecí mi rostro como el pedernal” (Is 50,7). Jesús no sólo tiene una visión clara de los
dolores a los que deberá hacer frente, sino que se abandona por completo a la voluntad del
Padre. Es la “hora” de Jesús a la que alude el Evangelio de Juan: “Ha llegado la hora en
que el Hijo del hombre va a ser glorificado”. (Jn 12,23), “Se acerca la hora, y ya ha llegado,
en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no, no estoy
solo, porque el Padre está conmigo”. (Jn 16,32). La hora expresa la voluntad de entrega de
la vida de Jesús.
2. JESÚS ENVIÓ MENSAJEROS DELANTE DE ÉL.
Ellos partieron y entraron al pueblo de Samaria para prepararle alojamiento para El y sus
discípulos. Era necesario y muy normal pasar por estas tierras de Samaria, cuando se
viajaba de Galilea a Jerusalén. Pero existía mucha hostilidad entre samaritanos y judíos
hasta el punto de que no se hablaban.
Sin embargo, como nos relata el Evangelio, no recibieron a Jesús y sus discípulos porque
se dirigía a Jerusalén. En efecto, ellos sabían que eran peregrinos venidos de Galilea, sin
embargo no fueron acogidos, ¿Por qué? Seguramente no hubo sencillez en el corazón de
estos samaritanos. Lo que esta claro es que no les pareció bien el hecho de que Jesús
encaminara sus pasos a Jerusalén, entonces mostraron su mala voluntad, negándoles
hospitalidad.
3. "SEÑOR, ¿QUIERES QUE MANDEMOS CAER FUEGO DEL CIELO PARA
CONSUMIRLOS?
Esta experiencia de no ser aceptado, prepara a los apóstoles para más adelante, de este
modo cuando ellos tengan que salir a predicar el evangelio, sepan ya de las dificultades,
porque no siempre va a ser todo fácil, como entrar en todas partes. Pero frente a estos
casos hay que ser pacientes y mansos, no ser hostiles e iracundos, y mucho menos
vengativos con sus perseguidores.
Dice el Evangelio que cuando los discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: "Señor,
¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?" Con esta actitud,
observamos que los apóstoles aún no estaban preparados para ser rechazados, por eso le
preguntaron a Jesús si podían hacer caer fuego sobre la ciudad. Frente a esta pregunta,
Jesús les enseña que no debe haber venganza, manifestando que la verdadera virtud no es
vengativa, y que no hay caridad allí donde exista la ira, así es, como no se debe estar en
contra de la flaqueza humana, al contrario, esta debe ser confortada, por eso la indignación
contra los hombres no es actitud cristiana.
4. JESUS REPRENDIO A SUS AMIGOS
Así es como Jesús, se dio dirigió directamente a sus amigos y los reprendió, seguramente
les debe haber dado además un sermón para una amonestación mas educativa y luego se
fueron a otro pueblo.
Nos podemos imaginar a un Jesús dolido por la actitud de sus discípulos, entristecido por
tener que reprenderlos, apenado por esta actitud vengativa justamente porque a ellos les
había enseñado lo que era amar al prójimo y porque "El Hijo del hombre no había venido a
perder las almas, sino a salvarlas", porque la venganza no es Espíritu de Dios sino del
maligno. En efecto, como nos dice San Juan, “Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo,
sino para que el mundo se salve por El (Jn 3,17)
5. JESÚS RECHAZADO POR LOS SAMARITANOS E INCOMPRENDIDO POR SUS
PROPIOS DISCÍPULOS
La lectura de este fragmento del Evangelio, nos muestra a Jesús rechazado por los
samaritanos e incomprendido por sus propios discípulos, estas son las posturas en las
cuales no debemos caer, por una lado el rechazo y por otra la incomprensión.
Es posible que Santiago y Juan hayan sentido dolor por el rechazo de los samaritanos a su
Maestro, molestia muy humana y algo natural en dos pueblos que no se aceptaban
mutuamente, pero para el Señor, ese no es el espíritu del Reino. Hoy debemos guardar en
mente este rechazo de Dios si pensamos así vengativamente de nuestros hermanos
vecinos de otras nacionalidades, ya que no estamos cumpliendo con el mandato de Jesús,
amar al prójimo como a nosotros mismos.
6. EL RECHAZAR ACOGER A JESÚS, ES RECHAZAR A DIOS
Por otra parte, el rechazar acoger a Jesús, es rechazar a Dios. Esto es algo que se da en
todos, en efecto inconcientemente algunas veces no estamos de acuerdo con el Plan de
Dios en nosotros. Pero cuando no queremos aceptar la voluntad de de Dios, ¿a quien
estamos rechazando?, cuando huimos del sacrificio, ¿a quien estamos no estamos
aceptando?, cuando no somos comprensivo con el que sufre, ¿con quien no somos
comprensivos? Nuestra vida siempre debe estar orientada por los principios del Evangelio,
por las enseñanzas de Jesús, como las expuestas en San Juan 15, 9-17 “Ámense los unos
a los otros Como el Padre me amó, así también os he amado Yo: permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos permanecerán en mi amor, como Yo he cumplido los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”. Vivamos pues, por las inspiraciones
de la gracia y del Espíritu Santo.
El Señor les Bendiga