Sábado 24 de Septiembre de 2011
Sábado 25ª semana de tiempo ordinario
Zacarías 2,5-9.14-15a
Alcé la vista y vi a un hombre con un cordel de medir. Pregunté:
"¿Adónde vas?" Me contestó: "A medir Jerusalén, para comprobar su anchura y
longitud." Entonces se adelantó el ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió
al encuentro, diciéndole: "Corre a decirle a aquel muchacho: "Por la multitud de
hombres y ganados que habrá, Jerusalén será ciudad abierta; yo la rodearé como
muralla de fuego y mi gloria estará en medio de ella -oráculo del Señor-.""
"Alégrate y goza, hija de Sión, que yo vengo a habitar dentro de ti -oráculo del
Señor-. Aquel día se unirán al Señor muchos pueblos, y serán pueblo mío, y
habitaré en medio de ti."
Interleccional: Jeremías 31,10-13
R/El Señor nos guardará como pastor a su rebaño.
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, / anunciadla en las islas
remotas: / "El que dispersó a Israel lo reunirá, / lo guardará como un pastor a su
rebaño." R.
"Porque el Señor redimió a Jacob, / lo rescató de una mano más fuerte."
/ Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, / afluirán hacia los bienes del
Señor. R.
Entonces se alegrará la doncella en la danza, / gozarán los jóvenes y los
viejos; / convertiré su tristeza en gozo, / los alegraré y aliviaré sus penas. R.
Lucas 9,43b-45
En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo
a sus discípulos: "Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a
entregar en manos de los hombres." Pero ellos no entendían este lenguaje; les
resultaba tan oscuro que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre
el asunto.
COMENTARIOS
Durante el camino recorrido se han ido acumulando una serie de
situaciones y actitudes de Jesús, que inquietan a quienes ejercen el poder; el
pasaje en cuestión se conoce como el segundo anuncio de la pasión y se narra
después de la transfiguración. Éste es un momento clave para Jesús y sus
seguidores, pues en el monte de la Transfiguración las figuras de Moisés y Elías
entroncan a Jesús con dos grandes instituciones del Antiguo Testamento: la Ley,
con Moisés como el gran legislador, y los Profetas, con Elías como su máximo
representante. En Jesús encontramos mucho de las dos instituciones.
Quienes han caminado con Jesús desde la apartada Galilea hasta la gran
Jerusalén y por el camino se han hecho discípulos, en la vivencia cotidiana, ahora
se enfrentan a estas palabras duras e incomprensibles de Jesús, que generan en
ellos un sentimiento de miedo y desconcierto.
Para muchos cristianos, la proximidad de la muerte y la entrega generosa
de la vida por causa de Jesús aún causan miedo y temor al compromiso; pero Jesús
nos anima a continuar el camino. Si somos verdaderos discípulos, continuaremos
con el maestro hasta la mañana de nuestra pascua.
Juan Alarcón, s.j.
(Extracto de servicios KOINONÍA)