Obras son amores…
En una película de Thor, uno de sus personajes, ante situaciones difíciles y
perplejidades sumadas, exclama: “Cuando no tienes todas las respuestas,
es el momento de hacer la pregunta correcta”. Y preguntas son las que hoy
nos salpican de todos los interlocutores, de todas las sociedades, de todas
las generaciones. Nos queda pendiente la respuesta. De pronto estamos
dando respuestas que nada tienen que ver con las preguntas. ¡Son tan
nuevas, tan inéditas!
Pablo toca un tema candente hoy: La angustia. Ese estado de ánimo de
desasosiego, de falta de energía, sin proyección de futuro y anclados en un
pasado sin retorno. Y vienen las preguntas sin respuestas: “¿Qué sentido
tiene mi vida?” “¿Por qué?” Y un ´por qué´ multiplicado que nos deja en el
vacío, cuando no es que termina en la indiferencia total.
La primera y la tercera lectura expresan la síntesis de la vida personal,
social, familiar, religiosa, cultural. Somos un milagro de amor. Nuestras
vidas han sido prodigadas con tantos mimos, cariños, afectos, sentimientos
sin merecer nada de nuestra parte. Y sin embargo, muy poco para recoger,
muy poco productivas. Es decir, respuesta cero.
Y Jesús lanza la pregunta del millón: “¿Qué haré con mi viña, con el campo
fértil de tu corazón”? “¿Por qué no has dado buenos frutos”? “¿Y qué haré
con Ellos, con nosotros, con ustedes?” Es hora de revisar nuestra vida
cristiana, nuestro testimonio, nuestro compromiso de ser testigos,
discípulos y misioneros. Obras son amores. Entonces la pregunta correcta
será: “¿Amo de verdad?”
Cochabamba 02.10.11
jesús e. osorno g. mxy
jesus.osornog@gmail.com