Martes 27 de Septiembre de 2011
Martes 26ª semana de tiempo ordinario
Zacarías 8,20-23
Así dice el Señor de los ejércitos: "Todavía vendrán pueblos y vecinos de
ciudades populosas; los de una ciudad irán a los de otra y les dirán: "Vamos a
aplacar al Señor." "Yo voy contigo a visitar al Señor de los ejércitos." Así vendrán
pueblos numerosos y naciones poderosas a visitar al Señor de los ejércitos en
Jerusalén y a aplacar al Señor. Así dice el Señor de los ejércitos: En aquellos días,
diez hombres de cada lengua extranjera agarrarán a un judío por la orla del manto
y le dirán: "Vamos con vosotros, pues hemos oído que Dios está con vosotros.""
Salmo responsorial: 86
R/Dios está con nosotros.
Él la ha cimentado sobre el monte santo; / y el Señor prefiere las puertas de
Sión / a todas las moradas de Jacob. / ¡Qué pregón tan glorioso para ti, / ciudad de
Dios! R.
"Contaré a Egipto y a Babilonia / entre mis fieles; / filisteos, tirios y etíopes /
han nacido allí." Se dirá de Sión: "Uno por uno / todos han nacido de ella; / el
Altísimo en persona la ha fundado." R.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos: / "Éste ha nacido allí." / Y
cantarán mientras danzan: / "Todas mis fuentes están en ti." R.
Lucas 9, 51-56
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la
decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino entraron en
una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se
dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron:
"Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo y acabe con ellos?" El se
volvió y les regañó, y dijo: "No sabéis de qué espíritu sois. Porque el Hijo del
hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos".
Y se marcharon a otra aldea.
COMENTARIOS
La decisión está tomada; la peregrinación ha llegado a su destino; Jesús está
frente a Jerusalén y es el momento de la encrucijada, o dar un paso atrás y dejarlo
todo, o asumir con valentía las consecuencias del cumplimiento de la voluntad de
Dios y la opción por el Reino.
Jesús decide entrar en Jerusalén con sus discípulos: la ciudad centro del
poder político, religioso y económico. Para Jesús será lugar de tortura y de muerte,
para los discípulos símbolo del fracaso.
Es el momento de la prueba y de la fidelidad de quienes han caminado con
él; las actuaciones de Jesús han despertado la inquietud de Herodes y su séquito,
que lo buscarán para matarlo.
Lucas nos anuncia el tema de la muerte, cuando dice: “cuando se iba
cumpliendo el tiempo de que se lo llevaran al cielo”.
Esta etapa del camino estará marcada por circunstancias dolorosas y, en
cierta medida, decepcionantes: El rechazo por parte de los samaritanos al negarles
alojamiento antes de entrar en la ciudad y la actitud agresiva de Santiago y Juan,
que quieren que baje fuego sobre la aldea.
Juan Alarcón, s.j.
(Extracto de servicios KOINONÍA)