Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar
I Semana de Adviento
Martes
Salmo 71
Ven, Señor, rey de justicia y de paz . En todo corazón y en toda sociedad son
necesarios estos valores fundamentales: la justicia y la paz. Estos son los signos del
ingreso del Salvador- Mesías en nuestra historia. Desde esta perspectiva, es
iluminador el comentario de los Padres de la Iglesia, que ven en ese rey-Mesías el
rostro de Cristo, rey eterno y universal.
Así, san Cirilo de Alejandría, afirma que el juicio que Dios da al rey es el
mismo del que habla san Pablo: “hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza” (Ef 1,
10). En efecto, “en sus días florecerá la justicia y la paz” equivale a decir: “en los
días de Cristo, por medio de la fe, florecerá para nosotros la justicia, y al volvernos
hacia Dios florecerá para nosotros la paz en abundancia”. Por lo demás,
precisamente nosotros somos a los que este rey socorre y salva. (PG LXIX, 1180).
El reino de Dios es fuente de paz y de serenidad, y destruye el imperio de las
tinieblas. Una comunidad judía contemporánea de Jesús cantaba: “La impiedad
retrocede ante la justicia, como las tinieblas retroceden ante la luz; la impiedad se
disipará para siempre, y la justicia, como el sol, se manifestará principio de orden
del mundo” ( Libro de los misterios de Qumrân: 1 Q 27, I, 5-7).
Los que esperan la venida del gran Rey divino aborrecen el mal, aman al
Señor, son los fieles, caminan por la senda de la justicia, son rectos de corazón, se
alegran ante las obras de Dios y dan gracias al santo nombre del Señor. Pidamos al
Señor que estos rasgos espirituales brillen también en nuestro rostro.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)