Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
II Semana de Adviento
Martes
Salmo 95
Ya viene el Señor a renovar el mundo . Jesús viene, ha venido a renovar el
mundo con su persona, su doctrina y su vida. La auténtica renovación del mundo
no es que cambien las situaciones, sino que Dios esté más presente. La auténtica
renovación del mundo no es que las circunstancias sean diferentes, sino que Cristo
esté dentro de los corazones de los hombres.
La auténtica renovación es introducir a Dios en nuestros corazones. En este
Adviento sepamos hacerlo en nuestra existencia, dejando que el Buen Pastor nos
cargue, nos lleve en sus hombros por donde Él quiere. Permitámosle a Dios entrar
en la ciudad de nuestra vida para encontrarse con nosotros, porque entonces,
estaremos cambiando el mundo y lo estaremos regresado al redil de la renovación,
al lugar donde se está con Dios, donde se vuelve a tener el alma cerca de Él.
Hagamos esto de la única forma que se puede hacer: a través de la oración y
del testimonio de vida cristiana. Si hay estas dos cosas, aunque haya dificultades y
problemas tendremos la certeza de que el Señor va a estar siempre a nuestro lado
acompañándonos.
Pidámosle a Jesucristo que nos conceda la gracia de renovarnos de la única
manera que el tiempo no agota, que la edad no hace pasar, que las distancias no
separan: con la presencia de Dios, el único que puede cargarnos en sus hombros y
hacernos regresar con Él.
Ya viene el Señor a renovar el mundo . Que ésta sea una plegaria por
nosotros, pero también por todas aquellas personas que, a lo mejor, cerca o lejos
de nosotros, todavía no han sabido subirse a los hombros del Señor para que el
Buen Pastor los lleve otra vez a su redil. En este Adviento permitámosle a Dios
entrar en nuestra vida para encontrarse con nosotros y el mundo se renueve.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)