Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
II Semana de Adviento
Jueves
Salmo 144
Bueno es el Señor para con todos . ¡Realmente, Dios es bueno para con
todos!... Dios es fuente inagotable de todo bien. Por amor nos creó. Por amor nos
salvó. Por amor nos dio su propio Hijo, como lo proclama el mismo Jesús: ¡Así amó
Dios al mundo, que le dio su propio Hijo. De lo cual sacará San Pablo la
consecuencia más natural: El que a su propio Hijo entregó por nosotros, ¿cómo no
nos va a dar generoso con él todas las demás cosas?...
Dios muestra cada día esa bondad dándonos con abundancia asombrosa
todos sus bienes. Jesús toma el Sol como punto de comparación para explicarnos
esta bondad de Dios.
El Sol da a todos los hombres, a los buenos y a los malos, sin distinción
alguna, los rayos de su luz y de su calor. Y el Sol no nos pregunta a ver si le
queremos o no le queremos. No nos dice después a ver si le estamos agradecidos o
no. No nos exige que le rindamos cuentas de cómo hemos aprovechado o
malgastado su beneficio. Nunca se cansa de derramar sobre nosotros toda la fuente
de su energía.
Así, así es Dios. Como Dios no tiene encima de Sí a nadie de quien recibir
algo, todo su afán es dar sus bienes y sus riquezas profusamente. Pone a nuestra
disposición todas las criaturas, que las ha hecho para nosotros.
Jesús, que es la imagen reveladora de Dios, pasó haciendo el bien, y todos le
seguían de aquella manera porque a todos amaba y a todos otorgaba su favor: a
los enfermos la salud, a los pecadores el perdón, a los jóvenes su estímulo, a los
niños su caricia... Bueno es el Señor para con todos.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)