Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
Día 26
Salmo 30
San Esteban protomártir
Se acabó la poesía de la Navidad. Después de celebrar el nacimiento del Hijo de Dios
como hermano nuestro, nos encontramos con el martirio del joven Esteban. Y es que ese
Niño que ha nacido en Belén es el mismo que más tarde por fidelidad a su misión, entregará
su vida en la Cruz para salvar a la humanidad. Jesús será el primer mártir, testigo del amor
de Dios. Esteban será luego el primero entre sus seguidores que le imite en el martirio.
En efecto, el salmo 30 que hemos proclamado se canta el Viernes Santo, ya que Jesús
en la cruz, tom de él, su “última palabra” antes de morir: “En tus manos, Señor,
encomiendo mi Espíritu” (Lucas 23,46). Pero todo el salmo se aplica perfectamente a Jesús
crucificado.
Jesús expresa este sentimiento suyo con palabras que pertenecen al Salmo 30/31: el
Salmo del afligido que prevé su liberación y da gracias a Dios que la va a realizar: 'A tus
manos encomiendo mi espíritu, tú el Dios leal me librarás' (Sal 30/31 6). Jesús, en su lúcida
agonía, recuerda y balbucea también algún versículo de ese Salmo, recitado muchas veces
durante su vida. Pero en la narración del Evangelista, aquellas palabras en boca de Jesús
adquieren un nuevo valor.
Con la invocacin „Padre‟ („Abbá‟), Jesús confiere un acento filial a su abandono en !as
manos de! Padre. Jesús muere como Hijo. Muere en perfecta conformidad con el querer del
Padre, con la finalidad de amor que el Padre le ha confiado y que el Hijo conoce bien.
En la perspectiva del Salmista el hombre, afectado por la desventura y afligido por el
dolor, pone su espíritu en manos de Dios para huir de la muerte que le amenaza. Jesús por el
contrario, acepta la muerte y pone su espíritu en manos del Padre para atestiguarle su
obediencia y manifestarle su confianza en una nueva vida. Su abandono es, pues, más pleno
y radical, más audaz, más definitivo, más cargado de voluntad oblativa.
“A tus manos, Seor, encomiendo mi espíritu, sé la roca de mi refugio”.
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Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)