Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
II Semana del Tiempo Ordinario
Martes
Salmo 110
El señor se acuerda siempre de su alianza . En Su gran amor, Dios ha permanecido fiel
desde el primer tiempo. La fidelidad de Dios es eterna y perfecta. Los Salmos testifican lo
inmenso que es el amor del Señor con nosotros su pueblo. Dice en el Salmo 36:6 “Seor, tu
amor está sobre los cielos y tu fidelidad pasa las nubes.” Más allá de lo que alcanza tu
mirada, más infinito que el universo es la fidelidad y el amor que tu Dios tiene por ti.
Es imposible que Dios deje de ser fiel. Dios es siempre fiel a pesar de
nuestras fallas. Dice en 2 Timoteo 2:13 “Si somos infieles, él permanece fiel, pues no puede
desmentirse a sí mismo.” Dios no puede dejar de ser lo que El es. El no puede dejar de
amarte, no importa cuan grande sea tu pecado y tu falta. Tan grande es Su misericordia. El
Salmo 89:31 dice “Si sus hijos abandonan Mi ley y no andan según Mis decisiones, si
profanan Mis preceptos y no guardan Mis mandamientos, castigaré a varillazos su pecado y
con golpes su falta; pero Mi amor no se lo quitaré ni renegaré de Mi fidelidad. No romperé Mi
alianza ni cambiaré lo que sali de Mis labios.” Y aún mas claro nos dice San Pablo en
Romanos 3: 3 “Es verdad que algunos de ellos no le respondieron, pero hará su infidelidad
que Dios no sea fiel? Ni pensarlo!”.
En nuestro Señor Jesús tenemos la confirmación de la fidelidad de Dios. Jesús es la
encarnación de la alianza que el Padre formó con nosotros. A pesar de nuestros pecados, el
Amor de Dios es fiel a Su promesa de que algún día volveríamos a gozar de Su presencia en
el paraíso. Dice en Romanos 15:8 “Entiéndanme: Cristo se puso al servicio del pueblo judío
para cumplir las promesas hechas a sus padres, porque Dios es fiel.” El Sacrificio de Jesús en
la Cruz es la respuesta más poderosa de la fidelidad de Dios. Jesús, verdadero Dios y
verdadero Hombre, nos reconcilió con Dios y cumplió la pena y el castigo de nuestra
infidelidad. En Juan 19:30 nos dice, “Jesús prob el vino y dijo „Todo esta cumplido.‟ Después
inclinó la cabeza y entreg el espíritu.”
Gracias Señor Jesús por ser siempre fiel a Tus promesas, especialmente a la de estar
siempre con nosotros. Que Tu presencia misericordiosa nos mueva a caminar en fe confiando
en Tu eterno amor y fidelidad. “Mi fidelidad y mi amor lo acompañarán, mi Nombre le
asegurará la victoria.” (Sal 89:25).
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Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)