Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
II Semana del Tiempo Ordinario
Jueves
Salmo 39
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad . Esta respuesta al salmo nos trae
espontánea a la mente la respuesta de María a Dios por medio del Ángel: He aquí la esclava
del Señor (Lc 1, 38). Son las palabras del Verbo al entrar en el mundo, y las de María que
acoge su anuncio.
“Cuando Cristo entró en el mundo dijo: Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me
has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo
que está escrito en el libro: Aquí estoy, ¡Oh Dios!, para hacer tu voluntad” (Heb 10, 5, ss).
Aquí estoy, ¡oh Dios!, para hacer tu voluntad. Esta obediencia de Cristo fue por amor a
su Padre y por nosotros los hombres y por nuestra salvación. Jesús bajó del cielo para hacer
subir allá arriba con pleno derecho al hombre, y, haciéndolo hijo en el Hijo, para restituirlo a
la dignidad perdida con el pecado. Vino para llevar a cumplimiento el plan originario de la
Alianza.
Digámosle también nosotros: Aquí estoy, vengo a hacer tu voluntad. Estemos
disponibles a la acción del Verbo, que quiere salvar al mundo también mediante la
colaboración de cuantos hemos creído en El. La cruz de Cristo nos da la fuerza para ello, la
obediencia de María nos da el ejemplo. No nos echemos atrás. No nos avergoncemos de
nuestra fe. Seamos astros que brillan en el mundo, luz que atrae, calor que persuade. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
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Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)