Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
IV Semana del Tiempo Ordinario
Lunes
Salmo 23
Si el Señor es el rey de la gloria, la gloria de Dios es la gloria del hombre, es decir, la
gloria del hombre es Dios. El rostro de Cristo es reflejo de la gloria de Dios, Él es imagen de
Dios invisible. Él ve al Padre y nos habla continuamente del Padre.
Este único Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo ha querido poner su tienda en el corazón
de cada hombre, ha puesto su morada en el alma inundada por la gracia de Dios. Desde lo
más hondo del corazón humano, el hombre está llamado a adorar a Dios, a participar de lo
gloria de Dios. Cada uno de nosotros ha sido creado para ser hijo de Dios y alcanzar, a través
de la peregrinación de este mundo, la Patria celestial, la gloria de Dios.
Nuestras entraas tienen sed, la sed del Dios vivo, de la vida eterna que no pasa. “La
semilla de la eternidad que lleva en sí –el hombre–, al ser irreductible a la sola materia, se
rebela contra la muerte». El alma inmortal, la forma de nuestro cuerpo, anhela la
resurrección y la vida eterna.
San Ignacio de Loyola expresará esta verdad fundamental del hombre en la meditación
primera de sus Ejercicios Espirituales, con una frmula ya clásica: “El hombre es criado para
alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Seor, y mediante esto salvar su alma”. La
gloria de Dios es la finalidad del hombre. Esta vocación del hombre, que podría aparecer
truncada por el pecado del principio, quedó rescatada y restituida por la promesa cumplida
del Salvador, el Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado por nosotros.
Dios ha creado al hombre para hacerlos partícipe de su designio de amor y de vida, de
gloria y felicidad eternas. “La gloria de Dios es que el hombre viva, y la vida del hombre es la
visin de Dios” (san Ireneo). En efecto, si la revelacin de Dios a través de la creacin es
causa de vida para todos los seres que viven en la tierra, mucho más lo será la manifestación
del Padre por medio del Verbo para los que ven a Dios. El Señor es el rey de la gloria y la
gloria del hombre es Dios.
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Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)