Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
IV Semana del Tiempo Ordinario
Martes
Salmo 21
Alaben al señor los que lo buscan . Al respecto san Agustín (Confesiones: Libro 1, 1, 1-
2, 2; 5, 5) se dirige así a Dios: “Grande eres, Seor, y muy digno de alabanza; eres grande y
poderoso, tu sabiduría no tiene medida”.
Y continúa diciendo: “El hombre, parte de tu creacin, desea alabarte, este hombre
que arrastra consigo su condición mortal, la convicción de su pecado y la convicción de que tú
resistes a los soberbios.
Este hombre, parte de tu creación, desea alabarte. De ti proviene esta atracción a tu
alabanza, porque nos has hecho para ti, y nuestro corazón no halla sosiego hasta que
descansa en ti.
Haz, Señor, que llegue a saber y entender qué es primero, si invocarte o alabarte,
qué es antes, conocerte o invocarte. Pero, ¿quién podrá invocarte sin conocerte? Pues el que
te desconoce se expone a invocar una cosa por otra. ¿Será más bien que hay que invocarte
para conocerte? Pero, ¿cómo van a invocar a aquel en quien no han creído? Y ¿cómo van a
creer sin alguien que proclame? A Dios alaban quienes lo buscan, y lo buscan estando Dios en
ellos. Alaben al señor los que lo buscan.
Alabarán al Señor los que lo buscan. Porque los que lo buscan lo encuentran y, al
encontrarlo, lo alaban. Haz, Señor, que te busque invocándote, y que te invoque creyendo en
ti, ya que nos has sido predicado. Te invoca, Señor, mi fe, la que tú me has dado, la que tú
me has inspirado por tu Hijo hecho hombre, por el ministerio de tu predicador.
Alaben al señor los que lo buscan , porque los que le buscan lo encuentran, y, al
encontrarlo, lo alaban. Haz, Señor, que te busque invocándote, y que te invoque creyendo en
ti, ya que nos ha sido predicado. Te invoca, Señor, mi fe, la que tú me has dado, la que tú
me has inspirado por tu Hijo hecho hombre.
2
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)