Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
IV Semana del Tiempo Ordinario
Viernes
Salmo 26
El Señor es mi luz y mi salvación. Esta metáfora se usa frecuentemente para indicar
beneficio, protección o favor, y diría lo mismo que salvación o ayuda y defensa. La fraseología
semítica habla de la luz de Dios o de la iluminación de su rostro para indicar la divina
protección.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? (Salmo 26, 1). Cristo es revelado
como luz, sobre todo en el Evangelio de San Juan. El Verbo era la luz verdadera, que al venir
a este mundo ilumina a todo hombre (Juan 1, 9). Jesús mismo lo proclama: Yo soy la luz del
mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida (Juan 8, 12;
cf. 9, 5; 12, 46).
La salvación es una aurora de luz, el portador de la misma -cuyo nombre es “Dios
salva”: Jesús- hubo de ser la amanecida de la luz en nuestra tierra. Durante su jornada
humana el Padre iluminó su camino, garantizando su seguridad personal. Cuando las
oscuridades le rodearon en la cruz, puso su confianza en la luz indefectible: “Padre, en tus
manos pongo mi vida”. El Dios que dijo “brille la luz del seno de las tinieblas”, respondió a la
confianza de su Hijo e inundó de luz el rostro de Jesús. Cuantos creemos en Cristo somos
hijos de la luz. Nos resta hacer brillar de tal suerte nuestra luz que los hombres glorifiquen a
nuestro Padre.
El señor es mi luz y mi salvación, El señor es la defensa de mi vida, Si el señor es mi
luz y mi salvación ¿a quién temeré?, ¿quién me hará temblar?
Señor Dios, luz y salvación de los que en ti esperan, tú que no abandonaste a tu Hijo
amado cuando le asaltaron los malvados para devorar su carne, sino que lo escondiste en tu
tienda y lo alzaste sobre la roca en el día de la resurrección, no abandones a tus siervos que
buscan tu rostro y haz que también nosotros podamos levantar la cabeza sobre los enemigos
que nos cercan y lleguemos a gozar un día de tu dicha en el país de la vida, por los siglos de
los siglos.
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Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)