Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
I semana de Cuaresma
Miércoles
Salmo 50
A un corazón contrito, Señor, no lo desprecias . Hoy, primera semana de Cuaresma, la
Iglesia concentra nuestros pensamientos en la necesidad de prepararnos con corazón
contrito, mediante la oración y la penitencia, a la celebración de los grandes misterios
pascuales. La manera mas perfecta de acercarse a Dios es esta; con un corazón contrito y
humillado.
Dios quiere “borrar, lavar y limpiar” la culpa confesada con corazn contrito (cf. Sal 50,
2-3). Dice el Seor por boca de Isaías: “Aunque fueran sus pecados como la grana, como la
nieve blanquearán. Y aunque fueren rojos como la púrpura, como la lana quedarán” (Is 1,
18).
Para vivir en Dios y desde dios nuestra cuaresma, y llegar reenviados a la pascua, para
resucitar con Cristo, comencemos a disponer nuestro corazón a Dios, confesando nuestros
pecados y recibiendo, por la acción del Espíritu Santo y mediante el ministerio de la Iglesia, el
perdón y la paz.
Con corazón contrito confesemos nuestros pecados, proponiéndonos seriamente no
volverlos a cometer y, sobre todo, seguir siempre el camino de la conversión. Así
experimentaremos la auténtica alegría: la que deriva de la misericordia de Dios, se derrama
en nuestro corazón y nos reconcilia con él.
Divino Corazón de Jesús, del que brotaron sangre y agua como manantial de
misericordia para nosotros, en ti confiamos. Amén.
2
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)