““El que no está conmigo, está contra mí”
Lc 11, 15-26
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. UNA RABIA CONTRA JESÚS
Este relato del Evangelio, nos muestra aquí en una rabia contra Jesús que viene no sólo por
parte de sus enemigos, además del Adversario por excelencia: Satanás, llamado aquí con
un término de origen siro-fenicio, Beelzebúl que significa el señor del monte, mientras que
la acepción de Beelzebub significaría “rey de las moscas”. El hecho del que parte toda la
argumentación es la expulsión del demonio llevada a cabo por Jesús. De modo malicioso,
sus adversarios insinúan la idea de que Jesús habría obtenido el poder de curar del mismo
jefe de los demonios. Otros, agudizando la fricción, pretenden que realice un milagro como
“señal del cielo” para confirmar su pertenencia a Dios. Es la acostumbrada trampa-tentación
en la que, totalmente ofuscados, quisieran coger a Jesús: al margen de todo itinerario de fe
auténtica.
2. HABIENDO JESÚS EXPULSADO UN DEMONIO
Jesús expulsaba un demonio mudo, es decir, un enfermo al que su posesión le produce
mudez. Pero según Mateo, este también era sordo. Ante este hecho, realizado con
autoridad propia, en Mateo surge en las gentes la pregunta de si no será el Mesías. Aquí
Lucas sólo lo expresa con la “admiración” de las muchedumbres. Pero, ante esto, los
“fariseos” (Mt), no negando los hechos evidentes, lo atribuyen a que Jesús tiene pacto con
Beelzebul, príncipe de los demonios.
3. LA ARGUMENTACIÓN DE JESÚS FUE DEFINITIVA.
“Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si
Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino?
Si así fuese, Satanás destruiría su reino. Además, los exorcistas judíos condenaban esta
insidia al expulsar los demonios. Pero, si es verdad que El los expulsaba en nombre de
Dios, entonces que saquen la consecuencia: llegó el Reino de Dios. Pues ya está entablada
la lucha entre el poder del Mesías y el poder de Satán. Por eso dice: si El los expulsa; no
porque los expulsen ciertos exorcistas judíos. Y Lucas añade otra consecuencia: si él es el
Mesías, hay que “recoger” con él su enseñanza para entrar en el reino; si no, se
“desparrama” fuera del mismo.
4. LUEGO JESÚS PONE LA COMPARACIÓN DEL DEMONIO ERRANTE
Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de
reposo, y al no encontrarlo, piensa: „Volveré a mi casa, de donde salí‟.
Luego Jesús pone la comparación del demonio errante que sale de un hombre y busca
morada en lugares “secos,” es decir, desiertos, morada, según la creencia popular, de
demonios. Al no hallar reposo, vuelve al lugar de donde partió, pero, al verlo bien
preparado, sale en busca de otros siete espíritus peores que él número de plenitud , y
así logran conquistarla y habitarla. “Con lo que al final, ese hombre se encuentra peor que
al principio”.
5. ATAR A SATANÁS ES IDEA ESCATOLÓGICA
El sentido de esta comparación es discutido, por querer hacerlo alegoría, cuando es una
simple comparación, aunque con algunos elementos alegorizantes. Mateo la aplica
expresamente a “esta generación mala.” Lucas no, pero, aunque el contexto en que lo trae
es literariamente distinto, conceptualmente es el mismo. Por eso ha de ser interpretada de
la generación judía contemporánea de Jesús. Atar a Satanás es idea escatológica (Is 24:22;
Tob 8:3; Ap 20:2ss).
6. JESÚS PRUEBA, COMO ÉL DICE, SU MESIANISMO
“Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza de Dios, quiere decir que el Reino de Dios
ha llegado a ustedes.”
La expulsión de los demonios por Jesús prueba, como él dice, su mesianismo. El demonio
desea no perder sus viejas conquistas, al ver los progresos que Jesús comienza a hacer en
el pueblo, y toma la revancha. Por obra de los fariseos, que boicoteaban la obra de Jesús,
viene a desorientar y apartar del ingreso en el reino de Cristo a gran parte de esta
generación. Esto es, dentro de la imagen demoníaca comparativa, hacer que peores
poderes demoníacos vuelvan a su casa, a esa “generación” de la que salieron. Y así el
ocaso de esa generación judía, separándose de Jesús, no ingresando en su reino y
llevándole a la cruz, vinieron a ser peores que sus principios, que comenzaban con la luz de
Cristo expulsando los demonios.
7. EL QUE NO ESTÁ CONMIGO ESTÁ CONTRA MÍ; Y EL QUE NO RECOGE
CONMIGO DESPARRAMA.
Jesús ha venido a instaurar en el mundo el reino de Dios, pero en el mundo esta instaurado
el reino de mal, es así, como estos dos reinos están en pugna. Esto nos pone a nosotros en
la opción de las dos alternativas, optamos por el Reino de Jesucristo o por el del mal. Pero
en nuestro Reino tenemos que vivir sin división, porque si somos agentes o elementos de
división, estamos destruyendo el Reino de Jesucristo en el mundo y así, damos facilidad
para que se instaure el reino de Satanás.
Por esos dice Jesús, “El que no está conmigo está contra mí; y el que no recoge conmigo
desparrama.”, esto es el que no produce la unidad entre nosotros los cristianos, produce
división, para estar con Jesús, se necesita amor y caridad, por que el amor une, para no
estar con El y desparramar, solo se requiere ir por el camino de odio y la soberbia,
elementos que desunen a los hombres.
Hagamos prevalecer en nosotros a Jesús, estrechémoslo en nuestro corazón, unidos,
fuertemente a El. “Mas vale conocer el camino de la verdad que separase de el”
El Señor les Bendiga