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Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
III Semana de Pascua
Sábado
Salmo 115
¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Sí, ¿cómo dar
gracias al Señor por la vida que me ha dado? La respuesta a la pregunta del
salmista está en el mismo Salmo, pues la Palabra de Dios responde con
misericordia a las cuestiones que plantea. ¿Cómo pagar al Señor todo el bien que
nos hace sino retomando sus propias palabras? Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre (Sal 116,13).
Por tanto, hacia el misterio de la eucaristía, que estamos celebrando,
podemos dirigir nuestra respuesta al salmo. Presentaremos sobre el altar las
ofrendas del pan y del vino, como incesante acción de gracias por todos los bienes
que recibimos de Dios, por los bienes de la creación y de la redención. La redención
se ha realizado mediante el Sacrificio de Cristo. La Iglesia, que anuncia la redención
y vive de la redención, ha de continuar haciendo presente sacramentalmente este
Sacrificio, del cual debe sacar fuerza para ser ella misma.
“¿Cmo pagaré al Seor todo el bien que me ha hecho? Alzaré el cáliz de la
salvación". El salmista ha comprendido los numerosísimos dones recibidos de
Dios: del no ser ha sido llevado al ser, ha sido plasmado de la tierra y dotado de
razón...; luego ha conocido la economía de la salvación en favor del género
humano, reconociendo que el Señor se ha entregado a sí mismo en redención en
lugar de todos nosotros, y, buscando entre todas las cosas que le pertenecen, no
sabe cuál don será digno del Señor.
“¿Cmo pagaré al Seor?”. No con sacrificios ni con holocaustos..., sino con
toda mi vida. Por eso, dice: “Alzaré el cáliz de la salvacin”, llamando cáliz al
sufrimiento en la lucha espiritual, al resistir al pecado hasta la muerte. Esto, por lo
demás, es lo que nos enseñó nuestro Salvador en el Evangelio: “Padre, si es
posible, pase de mí este cáliz”; y de nuevo a los discípulos, “¿Pueden beber el cáliz
que yo he de beber?”, significando claramente la muerte que aceptaba para la
salvacin del mundo” (PG XXX, 109), transformando así el mundo del pecado en un
mundo redimido, en un mundo de acción de gracias por la vida que nos ha dado el
Señor.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)