1
Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
V Semana de Pascua
Martes
Salmo 144
Bendigamos al Señor eternamente . En esta línea de pensamiento san Pablo
escribe: “Bendito sea Dios y Padre de nuestro Seor Jesucristo, que en Cristo nos
bendijo con toda bendición espiritual en los cielos; por cuanto que en Él nos eligió
antes de la constitución del mundo para que fuésemos santos e inmaculados ante
Él, y nos predestinó en caridad a la adopción de hijos suyos por Jesucristo,
conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia. Por
esto nos hizo gratos en su amado” (Ef 1, 3-6).
Y, por su parte, san Pedro nos dice en su Primera Carta: “Bendito sea el Dios
y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia nos reengendró a
una viva esperanza por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos para una
herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, que os está reservada en los
cielos, a los que por el poder de Dios habéis sido guardados, mediante la fe, para la
salvacin que está dispuesta a manifestarse en el tiempo oportuno” (1 Pe 1, 3-5).
Por esto, desde ahora, si no desmayamos, bendeciremos al Señor
eternamente. En efecto, entre nosotros, hijos de la luz, la muerte no nos debe
causa miedo, porque la fe confía con toda seguridad en las promesas de Jesús; y la
esperanza es certidumbre. Quien permanece en estas palabras: Bendeciré al Señor
eternamente se adhiere con fe y amor a su Redentor, y, por ello, vivirá
eternamente.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)