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Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
VI Semana de Pascua
Sábado
Salmo 46
(Cfr. Juan Pablo II, 21 de noviembre de 1999)
Dios es el rey del universo. La realeza de Jesucristo es, según los criterios del
mundo, paradójica: es el triunfo del amor, que se realiza en el misterio de la
encarnación, pasión, muerte y resurrección del Hijo de Dios. Esta realeza salvífica
se revela plenamente en el sacrificio de la cruz, acto supremo de misericordia, en el
que se lleva a cabo al mismo tiempo la salvación del mundo y su juicio.
Todo cristiano participa en la realeza de Cristo. En el bautismo, junto con la
gracia interior, recibe el impulso a hacer de su existencia un don gratuito y
generoso a Dios y a sus hermanos. Esto se manifiesta con gran elocuencia en el
testimonio de los santos y las santas, que son modelos de humanidad renovada por
el amor divino.
Los santos nos señalan el camino del reino de los cielos, el camino del
Evangelio aceptado radicalmente. Al mismo tiempo, sostienen nuestra serena
certeza de que toda realidad creada encuentra en Cristo su cumplimiento y que,
gracias a él, el universo será entregado a Dios Padre plenamente renovado y
reconciliado en el amor.
“Cristo tiene que reinar”. El reinado de Cristo se va construyendo ya en esta
tierra mediante el servicio al prójimo, luchando contra el mal, el sufrimiento y las
miserias humanas hasta aniquilar la muerte. La fe en Cristo resucitado hace posible
el compromiso y la entrega de tantos hombres y mujeres en la transformación del
mundo, para devolverlo al Padre: “Así Dios será todo para todos”.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)