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Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
XII Semana del Tiempo Ordinario
Martes
Salmo 14
¿Quién será grato a tus ojos Señor? La fe en Jesús, Sabiduría de Dios,
conduce a un “conocimiento pleno” de la voluntad divina, “con toda sabiduría e
inteligencia espiritual”, y hace posible comportarse “de una manera digna del
Señor, procurando serle gratos en todo, dando frutos de toda obra buena y
creciendo en el comportamiento de Dios” (Col 1, 9-10).
Así se puede entender la riqueza de significado de la llamada del apóstol
Pedro, al escribir él que, unidos a Cristo, nosotros también, tan como piedras vivas,
entramos en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para
brindar sacrificios espirituales, gratos a Dios (cf. 1Pe 2, 5).
En todo tiempo y lugar ha sido grato a Dios el que le teme y practica la
justicia. El apstol san Pablo recuerda que el reino de Dios “es justicia, paz y gozo
en el Espíritu Santo” (Rm 14, 17); y que “Quien así sirve a Cristo, se hace grato a
Dios y aprobado por los hombres”.
También san Pablo ensea: “Los exhorto, pues, hermanos, escribe a los
Romanos, por la misericordia de Dios, a que ofrezcan sus cuerpos como una víctima
viva, santa, agradable a Dios: tal será su culto espiritual” (Rm 12, 1).
¿Quién será grato a tus ojos Seor?: “el hombre de manos inocentes y
corazn puro”. Manos inocentes son manos que no se usan para actos de violencia.
Son manos que no se ensucian con la corrupción, con sobornos. Corazón puro, que
no finge y no se mancha con la mentira y la hipocresía; un corazón transparente
como el agua de un manantial, porque no tiene dobleces. Es puro un corazón que
no se extravía en la embriaguez del placer; un corazón cuyo amor es verdadero y
no solamente pasión de un momento.
Si caminamos con Jesús, subimos y encontramos las purificaciones que nos
llevan verdaderamente a la altura a la que el hombre está destinado: la amistad
con Dios mismo; así seremos gratos a los ojos de Dios.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)