1
Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
XIII Semana del Tiempo Ordinario
Sábado
Salmo 134
Te alabamos, Señor, porque eres bueno . Dios es „el único Bueno‟, el Bien por
excelencia y la fuente de todo bien. Por esto, “el Seor es bueno con todos, es
carioso con todas sus criaturas” (v. 9). Se trata de palabras que conviene meditar,
palabras de consuelo, con las que el Señor nos da una certeza para nuestra vida.
Sí, Dios, infinitamente bueno en Sí mismo, lo es también con relación a las
criaturas. En De profundis , san Ambrosio dice que “Tenemos un Seor bueno, que
quiere perdonar a todos” y, en el tratado sobre La penitencia enseña: “Si quieres
ser justificado, confiesa tu maldad: una humilde confesión de los pecados deshace
el enredo de las culpas...
Dios es Padre infinitamente bueno y misericordioso. Pero, por desgracia, el
hombre, llamado a responderle en la libertad, puede elegir rechazar definitivamente
su amor y su perdón, renunciando así para siempre a la comunión gozosa con él.
Precisamente esta trágica situación es lo que señala la doctrina cristiana cuando
habla de condenación o infierno.
No se trata de un castigo de Dios infligido desde el exterior, sino del
desarrollo de premisas ya puestas por el hombre en esta vida. La misma dimensión
de infelicidad que conlleva esta oscura condición puede intuirse, en cierto modo, a
la luz de algunas experiencias nuestras terribles, que convierten la vida, como se
suele decir, en „un infierno‟.
La “condenacin” no se ha de atribuir a la iniciativa de Dios, dado que en su
amor misericordioso, Él no puede querer sino la salvación de los seres que ha
creado. En realidad, es la criatura la que se cierra a su amor. La „condenacin‟
consiste precisamente en que el hombre se aleja definitivamente de Dios, por
elección libre y confirmada con la muerte, que sella para siempre esa opción. La
sentencia de Dios sólo ratifica ese estado.
Dios es el padre abraza a su hijo „perdido‟, pero aunque le duela respeta
nuestra decisiones; que nosotros siempre sepamos estar abiertos al Dios bueno y
misericordioso, siempre dispuesto a ofrecer a todos los hombres su perdón, fuente
de serenidad y paz.
Padre Félix Castro Morales
2
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)