1
Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
XIV Semana del Tiempo Ordinario
Martes
Salmo 16
Señor, escucha nuestra súplica. Orígenes, escritor del siglo III, ante este estribillo
explica: “Nosotros somos pequeos y bajos, y no podemos aumentar nuestra
estatura y elevarnos; por eso, el Señor inclina su oído y se digna escucharnos. En
definitiva, dado que somos hombres y no podemos convertirnos en dioses, Dios se
hizo hombre y se inclinó, según lo que está escrito: “Inclin el cielo y baj” (Sal 17,
10).
Por otra parte, también san Máximo el Confesor tomando como punto de
partida un texto del profeta Daniel, tiene una súplica muy parecida a este es
estribillo:
“Por tu nombre, Seor, no nos abandones para siempre, no rompas tu
alianza y no alejes de nosotros tu misericordia (cf. Dn 3, 34-35) por tu
piedad, oh Padre nuestro que estás en los cielos, por la compasión de
tu Hijo unigénito y por la misericordia de tu Santo Espíritu... No
desoigas nuestra súplica, oh Señor, y no nos abandones para siempre.
No confiamos en nuestras obras de justicia, sino en tu piedad,
mediante la cual conservas nuestro linaje... No mires nuestra
indignidad; antes bien, ten compasión de nosotros según tu gran
piedad, y según la plenitud de tu misericordia borra nuestros pecados,
para que sin condena nos presentemos ante tu santa gloria y seamos
considerados dignos de la proteccin de tu Hijo unigénito”.
San Máximo concluye: “Sí, oh Seor, Dios todopoderoso, escucha
nuestra súplica, pues no reconocemos a ningún otro (Señor) fuera de
ti”.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)