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Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
XV Semana del Tiempo Ordinario
Miércoles
Salmo 102
El Señor es compasivo y misericordioso . El nombre, que Dios reveló a
Moisés, cuando lo vio cada a cara es “Dios compasivo y misericordioso, lento a la
ira y rico en gracia y fidelidad” (Ex 34, 6). Son palabras humanas, pero sugeridas y
casi pronunciadas por el Espíritu Santo. Nos dicen la verdad sobre Dios: eran
verdaderas ayer, son verdaderas hoy y serán verdaderas siempre; nos permiten
ver con los ojos de la mente el rostro del Invisible, nos dicen el nombre del
Inefable. Este nombre es Misericordia, Gracia, Fidelidad.
Este estribillo que hemos cantado como respuesta al salmo es un canto a la
misericordia divina y a la reconciliación entre el pecador y el Señor, un Dios justo
pero siempre dispuesto a mostrarse “compasivo y misericordioso,…que mantiene su
amor por mil generaciones, que perdona la iniquidad, la rebeldía y el pecado” (Ex
34, 6-7).
San Ambrosio manifiesta su admiración por los dones que Dios añade a su
perdón: “Mira cuán bueno es Dios; está dispuesto a perdonar los pecados. Y no sólo
te devuelve lo que te había quitado, sino que además te concede dones
inesperados”. Por tanto, nadie pierda la confianza, nadie desespere de las
recompensas divinas, aunque le remuerdan antiguos pecados. Dios sabe cambiar
de parecer, si tú sabes enmendar la culpa” (2, 33: SAEMO, XI, Milán-Roma 1978,
p. 175).
A lo largo de la historia de la Iglesia, la Virgen María no ha hecho más que
invitar a sus hijos a volver a Dios, a encomendarse a él en la oración, a llamar con
insistencia confiada a la puerta de su Corazón misericordioso. En verdad, él no
desea sino derramar en el mundo la sobreabundancia de su gracia. “Misericordia y
no justicia”, imploró María, sabiendo que su Hijo Jesús ciertamente la escucharía,
pero de igual modo consciente de la necesidad de conversión del corazón de los
pecadores.
Que nuestra Señora de la Soledad nos ayude a vivir en el amor del Señor,
nuestro Dios, porque es compasivo y misericordioso, él no hace más que
comprender y perdonar.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)