1
Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
XIX Semana del Tiempo Ordinario
Miércoles
Salmo 65
Bendito sea el Señor . La frase “Bendito sea Dios”, que aparece
frecuentemente en los salmos y el Nuevo Testamento, es una oración de alabanza y
reconocimiento a la bondad y misericordia de Dios y a los beneficios que nos ha
otorgado. La frase "Bendito sea Dios" o "te bendecimos" tiene ese mismo
significado cuando la usamos en nuestras oraciones.
Así, pues, con el bendito sea Dios, se busca proclamar, reconocer los
beneficios de Dios. Hoy nosotros podemos decir Bendito sea Dios que nos permite
encontrarnos en esta celebración eucarística; Bendito sea Dios, que nos da la gracia
de ofrecerle nuestra oración para alabarlo como se merece con las palabras que la,
que la liturgia nos sugiere Sí, bendito sea Dios por venir en nuestro encuentro y
ayudarnos a realizar la ofrenda del sacrificio de nuestros labios de este día…
Se dice que Don Quijote cierto día (…), rog que lo dejaran solo, porque
quería dormir un poco, y, después de seis horas de sueo, al despertar, “dando una
gran voz, dijo: ¡Bendito sea el poderoso Dios, que tanto bien me ha hecho! En fin,
sus misericordias no tienen límite, ni las abrevian ni impiden los pecados de los
hombres”. Y a la pregunta de su sobrina sobre esas misericordias: “Las
misericordias –respondió don Quijote–, sobrina, son las que en este instante ha
usado Dios conmigo…” ¡Qué importante es que nosotros sepamos bendecir siempre
a Dios, en cada momento de nuestra vida! Porque su misericordia no tiene límites.
En realidad, la misericordia de Dios no la achican ni la impiden nuestros muchos
pecados.
Hoy podemos decir muchas veces a Dios: Bendito sea el Señor , como una
actitud de gratitud y adoración a Dios. El salmista expresa su disposición a
agradecer a Dios en una manera permanente. El salmista sabía que Dios lo
comprendería; por lo mismo no se aparta de Él. Al igual que el salmista, nosotros
también tenemos quién nos comprenda (Heb. 4:15-16), nuestro sumo sacerdote,
Jesucristo, que puede compadecerse de nuestras debilidades. Por esa razón
podemos acercarnos confiadamente a Él, adorarlo con el Bendito sea el Señor, y
encontrar su paz y su amor.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)