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Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
XXI Semana del Tiempo Ordinario
Martes
Salmo 138
Condúceme, Señor, por tu camino . El salmista ruega: “Seor, enséame tu
camino, para que te sea fiel, guía mi corazón para que tema tu nombre. Señor Dios
mío, te daré gracias de todo corazn, daré gloria a tu nombre por siempre”.
La Biblia es para vosotros como una brújula que indica el camino a seguir”.
En realidad, la Palabra de Dios escrita por inspiración del Espíritu, interpela lo
profundo del ser humano y lo invita al apasionante e indescriptible encuentro con el
Señor Jesús.
La Palabra escuchada y acogida, alimenta en nosotros la fe en la mente,
transformando nuestros criterios hasta llegar a tener „la mente de Cristo‟; despierta
la fe en el corazn hasta llegar a „tener entre nosotros los mismos sentimientos que
tuvo Cristo Jesús‟; y nos impulsa a la fe en la accin, conscientes de que son
bienaventurados aquellos que „oyendo la palabra la ponen en práctica‟. La Virgen
María es el modelo de escucha, y respuesta a la Palabra de Dios.
El camino trazado por Jesús con su enseñanza no es una norma impuesta
desde fuera. Jesús mismo recorre este camino, y sólo nos pide que lo sigamos.
El Decálogo es un camino de vida: Si amas a tu Dios, si sigues sus caminos y
guardas sus mandamientos, sus preceptos y sus normas, vivirás y te multiplicarás.
(Dt 30,16)
Señor, afianza mi corazón conmovido sobre la roca de tus mandamientos y,
así como tú has calmado la tempestad por la fuerza de tu presencia, tranquiliza las
olas de mi vida agitada y condúceme en la barca de tu Iglesia. Dame esta fe que
me recuerda que tú estás presente entre nosotros hasta el fin de los tiempos.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)