1
Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
XXII Semana del Tiempo Ordinario
Miércoles
Salmo 51
Confío para siempre en el amor de Dios . La respuesta que hemos dado al
salmo nos invita a confiar en la bondad infinita de Aquel que por amor nos ha
creado, por amor nos ha redimido, por amor nos ha llamado al Bautismo, a la
Penitencia, a la Eucaristía, a la Iglesia, a la vida eterna.
El amor de Dios Padre es generoso y providente. La certeza del amor de Dios
nos lleva a confiar en su providencia paterna incluso en los momentos más difíciles
de la existencia. Santa Teresa de Jesús expresa admirablemente esta plena
confianza en Dios Padre providente, incluso en medio de las adversidades: “Nada te
turbe, nada te espante; todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia todo lo
alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Slo Dios basta” (Poesías, 30).
La Escritura nos brinda un ejemplo elocuente de confianza total en Dios
cuando narra que Abraham había tomado la decisión de sacrificar a su hijo Isaac.
En realidad, Dios no quería la muerte del hijo, sino la fe del padre. Y Abraham la
demuestra plenamente, dado que, cuando Isaac le pregunta dónde está el cordero
para el holocausto, se atreve a responderle: “Dios proveerá” (Gn 22, 8). E,
inmediatamente después, experimentará precisamente la benévola providencia de
Dios, que salva al niño y premia su fe, colmándolo de bendición.
Cristo Jesús nos enseña a poner en Dios Padre una inmensa confianza,
incluso en los momentos más difíciles: Jesús, clavado en la cruz, se abandona
totalmente al Padre: “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46). Con
esta actitud, eleva a un nivel sublime lo que Job había sintetizado en las conocidas
palabras: “El Seor me lo dio; el Seor me lo quit; bendito sea el nombre del
Seor” (Jb 1, 21). Incluso lo que, desde un punto de vista humano, es una
desgracia puede entrar en el gran proyecto de amor infinito con el que el Padre
provee a nuestra salvación.
Que la certeza del amor de Dios nos ayude a confiar en su Providencia
paternal incluso en los momentos más difíciles de nuestra vida. Que podamos decir
con el corazón: Confío para siempre en el amor de Dios.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)