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Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
XXII Semana del Tiempo Ordinario
Sábado
Salmo 53
Por tu inmensa bondad, ayúdanos, Señor . El Salmista, por su parte, exalta la
„estupenda potencia‟, la „bondad inmensa‟, el „esplendor de la gloria‟ de Dios, que
„extiende su cariño a todas sus criaturas‟, y proclama: “Los ojos de todos te están
aguardando, Tú les das la comida a su tiempo; abres Tú la mano y sacias de
favores a todo viviente” (Sal 144/145, 5-7. 15 y 16). Y por eso, nosotros cantamos
con el Salmista, exaltamos la „estupenda potencia‟, la „bondad inmensa‟, el
„esplendor de la gloria‟ de Dios, que „extiende su cariño a todas sus criaturas‟, y
proclama: “Los ojos de todos te están aguardando, Tú les das la comida a su
tiempo; abres Tú la mano y sacias de favores a todo viviente” (Sal 144/145, 5-7.
15 y 16).
La verdadera ayuda viene del Señor. Por esto, nuestra mirada, se vuelve
hacia Cristo. Todo hombre necesita la bendición y la ayuda de Dios, que por
desgracia a menudo se ve excluido o ignorado. El libro de los Proverbios subraya el
primado de la acción divina para el bienestar de una comunidad y lo hace de modo
radical, afirmando que "la bendición del Señor es la que enriquece, y nada le añade
el trabajo a que obliga” (Prov. 10, 22).
Así, la Iglesia ora y trabaja, sostenida por el Espíritu Santo, saca fuerza de la
ayuda del Señor. De este modo, con paciencia y amor, supera “todos los
sufrimientos y dificultades, tanto interiores como exteriores” y revela “al mundo el
misterio de Cristo, aunque bajo sombras, con fidelidad hasta que al final se
manifieste a plena luz” (LG 8). La Iglesia vive de Cristo y con Cristo, el cual le
ofrece su amor esponsal, guiándola a lo largo de los siglos, y ella, con la
abundancia de sus dones, acompaña al hombre en su camino, para que los que
acojan a Cristo tengan la vida y la tengan en abundancia.
En esto, la Iglesia sabe que puede contar con la ayuda del Señor, Por tu
inmensa bondad, ayúdanos, Señor, que nunca abandona a quien, frente a las
dificultades, recurre a Él.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)