1
Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
XXIII Semana del Tiempo Ordinario
Lunes
Salmo 61
Dios es nuestra salvación y nuestra alegría . En efecto, sólo Cristo es nuestra
salvación, nuestra paz, nuestra alegría. El creyente no se asusta ante nada, porque
sabe que está en las manos de Dios, sabe que el mal y lo irracional no tienen la
última palabra, sino que el único Señor del mundo y de la vida es Cristo, el Verbo
de Dios encarnado, que nos amó hasta sacrificarse a sí mismo, muriendo en la cruz
por nuestra salvación.
Jesús ha traído la salvación al mundo. Nació trayendo alegría y paz a todos.
Así, por ejemplo, gracias a la fe de Abraham, comienza a manifestarse la gran obra
de la salvación; gracias a la fe de María, se inauguran los tiempos nuevos de la
Redención y, en presencia de María y del Verbo encarnado, Juan salta de alegría e
Isabel se llena del Espíritu Santo (cf. Lc 1, 41), exclamando: Dios es nuestra
salvación y nuestra alegría.
Abramos a Cristo la mente y el corazón, manifestándole sinceramente la
voluntad de vivir como verdaderos amigos suyos e imitando a María en su visita a
santa Isabel, seamos colaboradores de su proyecto de salvación y testigos de la
alegría que él nos da para que la difundamos abundantemente en nuestro entorno.
Que nos ayude María a abrir nuestro corazón a Cristo, que asumió nuestra
pobre y frágil carne para compartir con nosotros el fatigoso camino de la vida
terrena. Con todo, en compañía de Jesús este fatigoso camino se transforma en un
camino de alegría. Caminemos juntamente con Jesús, no nos cansemos de caminar
con Él. Que el Señor Jesús, que nos ha llenado del gozo de la cercanía de Dios y de
la esperanza de la salvación, nos acompañe con su bendición y su paz todos los
días de nuestra vida.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)