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Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
XXIV Semana del Tiempo Ordinario
Martes
Salmo 100
Danos, Señor, tu bondad y tu justicia . Con esta respuesta al salmo estamos
pidiendo a Dios que nos ayuda a ser buenos y justos. Al respecto san Pablo nos
exhorta diciendo: “Vivan como hijos de la luz, (...) pues el fruto de la luz consiste
en toda bondad, justicia y verdad” (Ef 5, 8-9).
También pedimos que nos ayude a poner nuestra atención a los demás
hombres, al prójimo, como uno de los principales frutos de una conversión sincera.
El hombre sale de su egoísmo, deja de vivir para sí mismo, y se orienta hacia los
demás; siente la necesidad de vivir para los demás, de vivir para los hermanos.
Sólo Dios es Bueno y posee la perfección infinita de la bondad. Dios es la
plenitud de todo bien. Así como Él „Es‟ toda la plenitud del ser, del mismo modo „Es
bueno‟ con toda la plenitud del bien, por esto hoy le hemos pedido en la respuesta
al salmo: Danos, Señor, tu bondad y tu justicia.
Aprendamos de Dios, que es tan bueno, que quiso renunciar a su esplendor
divino y descender hasta tomar nuestra humanidad para que podamos encontrarlo
y, de este modo, su bondad nos toque, se nos comunique y continúe actuando a
través de nosotros. Dios se ha hecho uno de nosotros para que podamos estar con
él, para que podamos llegar a ser semejantes a él.
Por consiguiente, lo que estamos pidiendo a Dios en esta respuesta al salmo
es que se establezca su reino en nuestro corazón, puesto que el „reino‟ de Cristo no
consiste en poder y dominio, triunfo y opresión, como por desgracia sucede a
menudo en los reinos terrenos, sino que es la sede de una manifestación de piedad,
de ternura, de bondad, de gracia, de justicia, como se reafirma en repetidas
ocasiones a lo largo de los versículos que contienen la alabanza.
Contemplando la luz que resplandece sobre el rostro de Cristo, aprendamos a
vivir como “hijos de la luz e hijos del día” (1 Ts 5, 5), manifestando a todos que “el
fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad” (Ef 5, 9). Danos, Señor,
tu bondad y tu justicia.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)