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Salmos diarios, Ciclo I, Año Impar. Explicados
XXVI Semana del Tiempo Ordinario
Lunes
Salmo 101
Tu pueblo nuevo te alabará, Señor . Dios “eligió al pueblo Israel para pueblo
suyo, hizo una alianza con él y lo fue educando poco a poco. Le fue revelando su
persona y su plan a lo largo de su historia y lo fue santificando. Todo esto, sin
embargo, sucedió como preparación y figura de su alianza nueva y perfecta que iba
a realizar en Cristo..., es decir, el Nuevo Testamento en su sangre convocando a las
gentes de entre los judíos y los gentiles para que se unieran, no según la carne,
sino en el Espíritu” (LG 9).
“Cristo Jesús se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad
y purificar para sí un pueblo que fuera suyo” (Tt 2, 14). Se entra en el Pueblo de
Dios por la fe y el Bautismo. “Todos los hombres están invitados al Pueblo de Dios”
(LG 13), a fin de que, en Cristo, “los hombres constituyan una sola familia y un
único Pueblo de Dios” (AG 1). Así, la Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Por el Espíritu y
su acción en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, Cristo muerto y
resucitado constituye la comunidad de los creyentes como Cuerpo suyo.
El nuevo pueblo de Dios, la Iglesia, es un pueblo que proviene de todos los
pueblos. La Iglesia, desde el inicio, es católica, esta es su esencia más profunda. La
comunidad eclesial renueva permanente el cántico de acción de gracias de María,
como hemos cantado como respuesta al salmo Tu pueblo nuevo te alabará, Señor:
lo hace como pueblo de Dios, y pide que cada creyente se una al coro de alabanza
al Señor. Ya desde los primeros siglos, san Ambrosio exhortaba a esto: “Que en
cada uno el alma de María glorifique al Señor, que en cada uno el espíritu de María
exulte a Dios” (san Ambrosio, Exp. Ev. Lc., II, 26).
Ojalá que este sea también el espíritu de la Iglesia y de todo cristiano. Que
todos los seguidores de Jesús, e hijos de María, seamos totalmente un Magnificat,
que una la tierra y el cielo en un cántico de alabanza y acción de gracias a nuestro
Dios y Señor.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)