Domingo XXI del Tiempo Ordinario. Ciclo C

Estad preparados

Padre Pedrojosé Ynaraja

1.- Si bien la misión primordial del profeta es advertir en el lenguaje de su tiempo las exigencias de la Ley, observar la realidad y comparándola con los requerimientos de Dios, denunciar las injusticias o los errores que se cometen, también debe, con sus enseñanzas, orientar al pueblo, encauzar su conducta hacia el futuro. Futuro temporal, que deberá realizarse en la historia, y el futuro eterno.

2.- Pero no siempre se trata de denunciar, en ciertas ocasiones, en momentos de desaliento o de desgracia, un deber suyo será animarlo, moverlo a la esperanza. Isaías es lo que pretende hoy con el fragmento que nos ofrece la liturgia de la misa de este domingo. Los países lejanos que nombra son los que lo eran en aquel tiempo, no podía mencionar ni América ni Japón, evidentemente. Nosotros, mis queridos jóvenes lectores, que hoy le escuchamos, podemos aplicar los buenos anuncios, a la Iglesia, el Nuevo Israel.

3.- La segunda lectura, el texto de la carta a los Hebreos, molestará a algunos. Habla de castigo y hoy frecuentemente se rehúsa. Uno que ha pasado estrecheces e injusticias y hasta hambre, cuando se hace adulto y se casa, no quiere que su prole pase por las mismas penas y dificultades que él pasó y con facilidad otorga todos sus mimos y responde a cualquier capricho que se le pida. Y resulta que se hacen mayores y los resultados de una tal educación, no son lo que esperaban y se sienten defraudados.

4.- En el terreno religioso, algunos quisieran que su confianza en Dios les otorgase todos su caprichos. Recuerdo ahora a este respecto, un párrafo de Saint-Exupery. Cito de memoria y desconozco su ubicación en las diferentes obras que escribió este autor, que he leído casi todas.

“Señor, te dije, cuando acabe mi oración, haz que aquel cuervo de enfrente emprenda el vuelo, así sabré que me has escuchado. Terminé mi rezo y miré, el cuervo no se había movido de la rama. Pero entonces no me afligí, me di cuenta que si hubiera volado, yo ahora estaría triste, pues pensaría que mi dios, en el que yo creo, es un dios inferior, obedece mis humanos caprichos”.

5.- En el texto evangélico de hoy, el Señor aterriza. No se anda por las ramas, no pretende que los suyos, nosotros incluidos, seamos sabios eruditos. Muchos hoy leen y discuten para ver quien inventa una teoría más chocante, a quien se le ocurre algo cuyo titular suene a lo más contrario que se ha dicho hasta ahora, a lo inverso que ha escuchado. Y hablan y hablan con atractivos discursos y la gente queda pasmada y después ellos al final quedan satisfechos.

En el juicio o en nuestro examen cotidiano de conciencia, no se trata de averiguar las teorías que uno ha expuesto. En el juicio, en el de Dios y en el que nosotros nos sometamos a nosotros mismos, debemos examinarnos de Amor y Bien.

6.- ¿A qué se refiere el titulo? Sinceramente lo he escogido porque son palabras textuales del Señor (Lc 12,40) y es el lema del movimiento scout al que he pertenecido y pertenezco. Y también añado: “Acordaos de vuestros dirigentes, que os anunciaron la Palabra de Dios y, considerando el final de su vida, imitad su fe”. (Hb 13,7)