XXV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C

ASTUCIA, COHERENCIA Y ORACIÓN…

…O tal vez será mejor pensarlo al revés. Primero la oración, nunca dejarla u olvidarla.

Padre Pedrojosé Ynaraja


1.- Pablo le dice a su discípulo y amigo Timoteo que rece por todos los hombres. Que lo haga con las manos alzadas. Este gesto, evidentemente, está condicionado a su época. Tal postura ayudaba a la plegaria. Hoy, probablemente, recomendaría buscan un rincón silencioso o un bosque solitario. Cada uno es cada uno y tiene sus cadaunadas, que decía aquel. No me olvido, os lo confieso sinceramente, mis queridos jóvenes lectores, de suplicar cada noche por vosotros, junto al sagrario de mi iglesita.

2.- Ahora bien, fijaos que al ruego, al por todos, concreta Pablo por los reyes y por los que están en el mundo. Hoy, seguramente, diría por los políticos, los mundiales, los estatales, los nacionales y los locales, que todos son semejantes en estos campos de dominio. También le recordaría que lo hiciera por tantos que arrastran una existencia aburguesada. O sin duda nos lo pide ahora a nosotros, que tampoco nosotros los debemos olvidar. Os advierto que en la liturgia, según las nuevas ediciones del misal, encuentra uno dos anáforas que expresan peticiones de paz y reconciliación. En estos tiempos en los que no pasa día sin que haya disputas, elecciones, huelgas y otras lindeces semejantes, es muy apropiado servirse de estos textos. No olvidéis que la liturgia bien celebrada, fue y es, catequesis, oración suprema y ejercicio de serenidad espiritual.

3.- Las otras dos lecturas, la del A.T, la profética de Amos y buena parte del evangelio, se refiere a la astucia. Ser astuto en aquel tiempo se valoraba tanto como hoy una medalla olímpica. Nosotros sabemos muy bien que la picardía puede ser maligna, propia de trepas, palabra que al Papa Francisco tanto le gusta utilizar, que con sus tretas y artimañas, van saliéndose siempre con la suya. Así parece, así acontece, de momento. Para bien algunas veces, para mal muchas.

3.- Ejemplos contemporáneos. Se prepara una probable bancarrota con mil trucos o se asegura salir vivo de una posible quiebra con disimulados depósitos. Pero si la astucia hasta lo dicho parece sea propia del malvado o del simple mediocre, hay que advertir que la total ausencia de ella puede ser carencia de voluntad, de responsabilidad, de esfuerzo, de tantos fieles que se consideran muy cristianos, pero que se limitan a seguir costumbres ancestrales, totalmente hoy carentes de valor y eficacia apostólica. Y la labor del reino exige también leal y buena astucia.

4.- No sé a quién se le ocurrió la idea de las ONGs, pero quien quiera que fuese, demostró genial astucia. ¡Cuánta ayuda a países desgraciados o a situaciones calamitosas, puede llegar de inmediato por esta senda, que legislaciones proteccionistas impedirían o dificultarían su envío! Sinceramente, en mi época de seminario nadie me comentó el fragmento que proclamamos este domingo. Recuerdo perfectamente que al acabar la misa de un domingo, era en el verano de 1957, se me dijo: el evangelio de hoy recomienda hacer trampa ¿qué le parece? Noblemente les contesté que me dieran tiempo para pensarlo y estudiarlo. Dedique toda la tarde a repasar la interpretación que la Tradición, los Padres de la Iglesia, daban a esta parábola. Os lo resumo y para que quede más claro, lo escribiré en punto y aparte.

5.- El dinero abundante siempre es injusto, es la sangre de los pobres, diría León Bloy. “Mamone iniquitatis” acostumbra a llamársele. Si en él abundas, sé generoso, da a los pobres. El día que el pecunio te falte, pues te encuentras en el dintel de la muerte, los indigentes a los que ayudaste te abrirán las puertas de la morada eterna.

(No olvidéis nunca, mis queridos jóvenes lectores, que oración, ayuno y limosna, son los cimientos sobre los que se edifica la vida cristiana. Carecer de ellos es edificar sobre arena. Calculad ahora mismo cual y como será vuestra oración diaria. De qué os toca ayunar, seguramente no consistirá en privaros de fibra, hidratos de carbono, vitaminas y proteínas. Buscad más bien por ámbitos de chuches, refrescos y confitería. Palpad el dinero o la tarjeta bancaria que tenéis en el bolsillo, de inmediato firmad un cheque imaginario a favor de quien carece de vuestro caudal y no dejéis de hacerlo efectivo y realmente, pronto)