CONMEMORACIÓN DE TODOS
LOS FIELES DIFUNTOS
Padre Pedrojosé Ynaraja
1.- Aunque os parezca muy largo, mis queridos jóvenes
lectores, esta es la denominación exacta de la jornada que a iniciativa del
abad Odilón del monasterio de Cluny en el año 998 se empezó a celebrar allí y
posteriormente, ya en el siglo XIV, se extendió a toda la Iglesia. Ayer se
celebró la fiesta de los héroes, conocidos y desconocidos, hoy la de los
cristianos que no llegaron a tanta categoría, pero que conservaron la Fe. Si la
primera es fiesta de exaltación, la de hoy es fundamentalmente de sufragio.
2.- En mi piedad personal e íntima, pido a Dios cada noche
junto al Sagrario, por familiares y amigos en
concreto, pero también añado una súplica por los difuntos de las poblaciones
donde he vivido, por los que en un determinado momento mueren por una desgracia
bélica o adversidad meteorológica. Los difuntos que durante su vida no
estuvieron incorporados a la Fe cristiana, no gozan de un recuerdo específico
anual, pero no por ello son olvidados, escucharéis que en varias anáforas de la
misa, se reza por aquellos que solo Dios conoció su religiosidad. En el mundo
cristiano hoy es algo así como en el civil-militar, los honores que se rinden
al “soldado desconocido”
3.- No os voy a comentar, mis queridos jóvenes lectores,
ninguna lectura de la misa en concreto. Hoy los sacerdotes acostumbramos a
celebrar tres misas y para cada una podemos escoger entre las varias que nos
ofrece el misal. Por otra parte tal vez tampoco podáis asistir a misa, lo que
no excluye que debáis prestarles vuestro recuerdo y plegaria.
4.- Pienso que tal vez os ayude la canción del P. Cesáreo Gabaráin, “La muerte no es el final”, el autor también de
la que seguramente conoceréis “Pescador de hombres”. Resulta que un cierto día
murió un joven de 17 años que era el organista de su parroquia, pensando en él
y para que la rezaran cantando sus compañeros, la escribió. Hoy en España ha
sido aceptada como himno para el momento en que el Ejército ofrece homenaje a
sus caídos, escogiéndose algunas estrofas, no todas.
5.- Por internet, concretamente en YouTube, encontrareis
varias interpretaciones. Existe una grabación impresionantemente, interpretada
por la soprano Ainhoa Arteta hace muy poco tiempo, que os puede ayudar a
aprenderla, o a meditarla. Os confieso, mis queridos jóvenes lectores, que yo
escucho este himno muchas veces, escogiendo la interpretación que me apetece,
como oración esperanzada a Dios. Esperanza que deseo conservar hasta la hora de
mi muerte, Esperanza que tengo de que sea realidad para quienes he amado.
Tú nos dijiste que la muerte
no es el final del camino,
que aunque morimos no somos,
carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Cuando la pena nos alcanza
por un compañero perdido
cuando el adiós dolorido
busca en la Fe su esperanza.
En Tu palabra confiamos
con la certeza que Tú
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.
Ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz
Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo
nos regalaste la vida,
como en Betania al amigo.
Si caminamos a tu lado,
no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
Porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
(Para vuestra orientación, las estrofas que cantan los
soldados en el momento de la ofrenda de una corona de laurel están escritas en
tipos negrita. Comprobareis en los diversos archivos, que es un texto muy
apropiado también para cantarlo en momentos de entierro por parte de cualquier
comunidad, se puede entonces cambiar lo de compañero por hermano o amigo).