UN PASO
SOBRE EL AGUA
Domingo
19º del Tiempo Ordinario. A
9 de
agosto de 2020
“Señor,
si eres tú, mándame ir a ti sobre el agua”
(Mt 14,28)
Señor Jesús, al igual que
tus discípulos, tambien nosotros hemos
tenido alguna vez la sensación de navegar contra el viento, en una nave
sacudida por las olas.
Muchas veces nos sentimos solos y perdidos, en
medio de peligros y amenazas que nos hacen temer por nuestra propia vida. En
esas situaciones desearíamos tener la fuerza o la suerte para poder salir sanos
y salvos del aprieto.
Nos avergüenza recordar
que es precisamente en esos momentos en los que nos acordamos de ti,
para implorar tu ayuda y lograr sobrevivir. Pero tú sabes bien que el peso de
nuestro miedo solo es comparable con la magnitud de nuestra arrogancia.
Como a Simón
Pedro, también a nosotros nos gustaría poder saltar de la barca
y acercarnos a ti, caminando sobre las aguas. De hecho, uno de nuestros
placeres consiste en sentirnos diferentes a todos los demás. En el fondo,
deseamos poder gloriarnos de lo que nadie puede hacer como nosotros.
Sin embargo, hemos de
admitir que el fin no justifica los medios. Ni siquiera el fin de acercanos a
ti, de sentirnos protegidos por ti, de gustar de tu compañía. No podemos abusar
de tu comprensión y de tu gracia, para alejarnos de nuestros hermanos y
presumir de nuestros éxitos. A fin de cuentas, hemos de confesar que ni son
éxitos ni son nuestros.
Por otra parte, te rogamos
que no nos dejes caer en la tentación de tentarte. No es justo intentar someterte
a la prueba. Tú no tienes que darnos cuenta de nada. No debemos juzgar al que
es Justo. No son los milagros los que han de dar fundamento a nuestra fe. Es la
fe que tú nos concedes la que nos hará ver la vida toda como un milagro de tu
gracia y tu misericordia.
Con todo, Señor, yo te
ruego avergonzado que perdones mi osadía si alguna vez me atrevo a dirigirme a
ti con una petición como la de Pedro: “Señor, si eres
tú, mándame ir a ti sobre el agua”.
José-Román
Flecha Andrés